elciego - Cuadrillas de trabajadores de Marqués de Riscal vendimiaron ayer sábado tres parcelas en Elciego, cuyos derechos no le corresponden, ya que una sentencia de la Audiencia de Álava le da esos derechos al vitivinicultor y vocal del Consejo Regulador de la Denominación Origen Calificada Rioja, Jesús Bauza. Los hechos ocurrieron, según el relato a pie de viña del propio Bauza, cuando acudió por la mañana a una de esas viñas, de las que tiene contrato de arrendamiento desde el año 2010, “aunque las hemos llevado de toda la vida mi padre y anteriormente mi abuelo”. El contrato está firmado con las propietarias, las Hermanas de los Ancianos Desamparados de Logroño. Según comenta, el año pasado, 2016, las Hermanas se las arriendan a Marqués de Riscal, pero sin resolver el contrato de alquiler con Bauza, “por lo que el juez no me dejó vendimiar a mí”. Pero “este año, después de una sentencia del 20 de marzo de 2017, me da la razón, dice que el cultivador legítimo soy yo y que soy quien puede cultivar”.

Con esa sentencia en el coche acudió ayer a vendimiar “y me tropiezo con veinte personas, trabajadores de Riscal y al encargado, E.P., y les pido parar y ellos continúan”. Ante esa situación, “llamo a la Ertzaintza, al 112, se personan y, para mi sorpresa, no sólo no se detiene la acción de vendimiar hasta que se resuelva el tema, sino que escoltan los remolques a Marqués de Riscal, a pesar y a validar las uvas que se entregan en esa bodega”. Por esa razón, Bauza se dirigió a la comisaría de Laguardia y allí formalizó la denuncia, ante la sensación de abandono que tenía -relata-. Explica que lleva gastados más de 12.000 euros y que, a pesar de tener una sentencia favorable, no le ha servido para nada. “Mi sorpresa es que les he pillado en ésta, pero tengo otras dos parcelas que hemos ido a vendimiar y ya está cortada la uva. Tres parcelas, de ocho, curiosamente las que más uvas tienen”. Bauza intentó razonar con el encargado, pero le argumentó que a él le habían ordenado vendimiar y, aunque le mostró el veredicto, que además no está recurrida por Riscal, la labor continuó. El perjuicio para Bauza es “importante”, porque es viticultor y bodeguero. El contrato de arrendamiento y los derechos suman alrededor de 8.500-9.000 kilos entre las tres: unos tres mil y pico kilos entre blanco y tinto en la finca en la que se sucedieron los acontecimientos, otros tanto en una segunda y entre 1.500 y 2.000 kilos en una tercera.