yécora - Casi un circulo describía la ruta preparada por la organización de la Fiesta de la Vendimia de Rioja Alavesa para poder llegar a todos los puestos que se habían repartido por el casco urbano de Yécora y que arrancaba en la plaza del ayuntamiento, presidida desde el sábado por el Katanillo, y flanqueada por el grupo de voluntarias que siempre con una sonrisa repartieron más de 7.000 copas de cristal a vecinos y visitantes.

Los quince ayuntamientos tenían sus stands atendidos por los voluntarios de cada pueblo y decorados con sarmientos y uvas, así como con los carteles que los identificaban y otros en los que se reflejaban los nombres de las bodegas de cada localidad. Y es que sobre los mostradores estaban, ya descorchadas, las botellas de vino de cada una de esas bodegas para que los catadores de turno pudieran pedir el de su preferencia. Además de los consistorios, una caseta más representaba a las Juntas Administrativas que elaboran vino: Barriobusto, Labraza, Páganos y Salinillas de Buradón.

Alternándose con los pueblos, otras casetas mostraban productos agroalimentarios o artesanales: desde los quesos, los patés, o la repostería vasca, hasta las gildas , así como otras representado a movimientos sociales, como las parroquias solidarias de Rioja Alavesa, a la asociación de familias acogedoras de niños afectados por la fuga de Chernóbil.

Otros espacios fueron ocupados por los necesarios servicios públicos, las fuentes de agua fresca a disposición de todo el mundo, o los puntos de control de alcoholemia, así como una fuente de la que manaba vino y que se instaló delante de una puerta que representaba la de la ermita de la Virgen de Bercijana, cerrada durante la jornada de ayer.

Y es que, de los muchos atractivos que tiene Yécora, ayer sólo se podía ver el enorme nevero situado en el subsuelo detrás de la parroquia, que sus propietarios mostraban junto a un vídeo que ilustraba su construcción y utilización.

Todos esos espacios fueron visitados por la comitiva que se formó tras el acto oficial la que estaban desde el lehendakari, Iñigo Urkullu, al diputado general de Álava, Ramiro González; el presidente del Consejo Regulador, Fernando Salamero; la consejera de Seguridad, el presidente de las Juntas Generales de Álava y varios diputados, entre ellos los de Agricultura y la de Turismo. A su aire, también estuvieron el Delegado del Gobierno español en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), Javier de Andrés, o responsables de fuerzas políticas, desde EH Bildu al PP.

el reto Atento a todo lo que acontecía permaneció Gerardo Olano, alcalde de Elvillar, que el próximo año tiene el reto de organizar junto a la Cuadrilla esta misma fiesta. “Desde esta misma tarde tenemos que empezar a pensar en la próxima Fiesta de la Vendimia, que además coincide con el XXV aniversario, con lo cual lo mismo tiene que ser un poco especial”, afirmó Olano. En la edición anterior, este alcalde estuvo como voluntario en el punto de venta de copas “y no pude disfrutar de la fiesta, aunque si que recuerdo que hubo mucho trabajo”.

Sobre la una y media de la tarde se procedió a repartir las primeras comidas entre las personas que habían adquirido el ticket, un sabroso guiso que se pudo disfrutar a la sombra, en el parque, muy cerca del lugar donde se había instalado una carpa donde se mostraban los carteles de todos estos festejos habidos hasta el momento, al lado del centro social de Yécora.

Allí mismo también se pudo disfrutar de las habilidades de los aizkolaris, en un nuevo campeonato al que se acercaron muchas personas, ya que además se habían colocado unas gradas para que los espectadores lo pudieran ver cómodamente, mientras los pequeños jugaban en una impresionante instalación.