VITORIA. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial alavesa ha celebrado esta mañana la vista contra este acusado, en la que las partes han llegado a un acuerdo de conformidad por lo que no se ha celebrado el juicio.

En un principio la Fiscalía solicitaba un total de 20 años de cárcel para el joven que cuando cometió los hechos, en 2015, tenía 21 años, y se enfrentaba un delito de abuso sexual y otro de agresión sexual a menores de 13 años.

En la vista de hoy, el Ministerio Público ha modificado su escrito de acusación y ha rebajado la pena solicitada a un total de 8 años por dos delitos de abuso sexual a menores de 13 años (4 años de cárcel por cada delito), con las atenuantes de enajenación mental, tiene reconocida una minusvalía psíquica del 41 %, y de admitir lo ocurrido.

Por otro lado, la Fiscalía ha elevado la responsabilidad civil de los 13.000 euros que solicitaba en un primer momento a 48.000 (40.000 para una de las víctimas y 8.000 euros para la otra).

Los cambios han sido suscritos por el abogado de la defensa y la acusación particular, ejercida por la madre de una de las víctimas, quien en la vista de hoy no ha podido evitar las lágrimas al ver en la sala al acusado y escuchar el relato de hechos que éste ha reconocido.

Según ha recordado el presidente del tribunal, que ha leído los hechos declarados probados para recabar la conformidad del acusado antes de dictar sentencia oral, los sucesos se produjeron diciembre de 2015 en el centro cívico El Pilar de Vitoria al que solía acudir el acusado con la intención de entablar amistad con los menores que hacían uso de los servicios que oferta este centro.

Para ganarse la confianza de los niños, siempre varones, les proponía sencillos juegos o retos de preguntas y respuestas a cambio de gominolas y juguetes.

A mediados de diciembre de 2015, antes de las vacaciones de Navidad, el joven acudió al centro cívico con un niño, que entonces tenía 8 años y cuya confianza se había ganado previamente mediante juegos y premios, y lo introdujo en el aseo de discapacitados de caballeros, más amplio que el resto.

El acusado cerró la puerta con cerrojo, bajó los pantalones al menor, le hizo una felación y le dio 5 o 10 euros como le había prometido, tras lo cual se marcharon.

Unos días más tarde, el 23 de diciembre, volvió a este centro acompañado de otro menor, de 11 años, al que también introdujo en el mismo aseo y cerró la puerta con pestillo. El joven le bajó los pantalones y el calzoncillo y empezó a hacerle una felación, pero a los pocos segundos salieron del baño tras advertir la llegada de un oficial de control del centro cívico.

Además de la pena de cárcel y de la responsabilidad civil, el acusado no podrá acercarse a los dos menores a una distancia de menos de 200 metros ni comunicarse con ellos por cualquier medio durante diez años.

Las partes han dicho que no recurrirán la resolución y el presidente del tribunal la ha declarado firme.