San Vicente de Arana - El centro de hipoterapia de San Vicente de Arana se empezó a gestar en el año 2007 y tres años después, aunque de manera provisional, se puso en marcha. Contó con el impulso del Ayuntamiento de Valle de Arana, las juntas Administrativas, la Diputación Foral y el Gobierno Vasco. Aunque el Diputado General de Álava, Ramiro González, ha seguido y apoyado desde sus inicios este proyecto, el pasado viernes por la tarde se acercó para, junto al alcalde, Pedro San Vicente y la gente que está desarrollando la iniciativa, conocerla en profundidad y hablar con los padres de los niños que se están beneficiando de unos tranquilos paseos a caballo para suavizar o mejorar su estado condicionado por el autismo u otras discapacidades. De hecho, Ramiro González, vivió con una de las familias un paseo y pudo ver el rostro feliz de uno de los pequeños. La iniciativa de poner en marcha una atención de estas características surgió en una conversación informal, en el año 2007, entre un profesor, que actualmente ejerce en el instituto de Campezo, Miguel Ángel Díaz de Cerio, y Pedro San Vicente, alcalde de Valle de Arana, hablando sobre las enormes potencialidades terapéuticas que tienen los caballos en personas con determinadas discapacidades, como los autistas, y en general con quienes tienen problemas de comunicación o de relación interpersonal.

a la espera de financiación El proyecto inicial se centraba en 75 pacientes, para lo que eran necesarios seis terapeutas, diez caballos, personal auxiliar, instalaciones y la construcción de un grupo de cabañas que pudieran ser utilizadas como pisos respiro, donde los pacientes pudieran estar unos días, mientras sus familias descansaban. En total, una cifra que rondaba los tres millones de euros, una cantidad muy difícil de lograr hasta la fecha de hoy, por lo que inicialmente se comenzó con un grupo de quince familias en una zona ubicada en el polígono industrial de San Vicente de Arana, donde se acondicionaron una nave y una pista de paseos. En cuanto forma jurídica se optó por una Fundación o Patronato cuyos recursos económicos vendrían por la vía de los convenios. De esta manera se asiste a ver cómo los pequeños disfrutan a caballo.

Ajustado al presupuesto. Desde el año 2007 se empezó a sondear la posibilidad de abrir un centro de hipoterapia en el Valle de Arana. Las previsiones iniciales se cifraban en poder atender a 75 personas y contar con una plantilla de media docena de terapeutas, diez caballos y personal auxiliar. Las necesidades económicas se disparaban hasta los tres millones de euros y, ante la imposibilidad de lograr esa financiación se empezó la andadura en 2010 con unos medios más modestos, pero eficaces.