vitoria - Mientras se resuelve su futuro después de que el último concurso de ideas, puesto en marcha a finales del año pasado, quedara desierto, el antiguo colegio de Izarra sigue requiriendo un notable desembolso por parte de la Diputación para mantener el recinto vigilado.

El último contrato de seguridad, de hecho, acaba de ser adjudicado por parte de la sociedad foral Álava Agencia de Desarrollo a la empresa Prosegur, que viene realizando estas tareas en Izarra desde hace un tiempo, para proteger las instalaciones durante los próximos cinco meses -prorrogables por otros cinco- por un total de 75.625 euros.

El acuerdo, que estipula la prestación del servicio de vigilancia y seguridad 24 horas en las instalaciones del antiguo Izarra International College, se suma así a los 200.000 euros anuales que el gobierno foral abona anualmente al Deportivo Alavés por el alquiler del recinto, como parte del acuerdo sellado en su día por el que la Diputación dispone de los derechos de superficie y una opción de compra durante 75 años a cambio de un pago de 200.000 euros al año al club albiazul hasta 2023. Un pacto fruto del convenio que ayudó en su día a salvar al equipo de fútbol de sus deudas con la Hacienda foral. Después de que el concurso de ideas quedara desierto al no haberse presentado ninguna oferta con garantías de viabilidad, la Diputación, que buscaba un uso para las instalaciones relacionado con el ecoturismo, confiaba aún en dar “no una solución global, sino parcial” a las instalaciones.

El concurso se declaró desierto pese a la presentación de tres propuestas, entre ellas una que buscaba realizar un centro de alto rendimiento pero sin el apoyo de ningún inversor. Por ello, el ejecutivo foral optó finalmente por declararlo desierto “por responsabilidad”, según apuntaron entonces desde el gobierno.

En junio de 2014, y en plena polémica por la decisión del por entonces gabinete del PP de ceder el recinto a una empresa dedicada a las simulaciones militares, el antiguo colegio de Izarra ardía en extrañas circunstancias calcinando su edificio principal. Antes, en enero de 2011, otra parte del centro había sido ya pasto de las llamas. - D.O. / Foto: J. Muñoz