VITORIA - La Intervención General municipal presentó ayer su Informe de Cuenta referido al año 2016 en el que volvió a incidir y remarcar conceptos que vienen siendo habituales cuando se hace un diagnóstico de la situación económica del Ayuntamiento. El departamento que encabeza Alfredo Barrio volvió a concluir “un año más” en la necesidad de que se adopten “medidas de aumento de los ingresos, reducción de los gastos, o de una combinación de ambas”, tendentes a “mejorar sustancialmente” la relación existente entre los ingresos y gastos de naturaleza ordinaria del Ayuntamiento, es decir “generar ahorro neto”. La segunda de las recetas se orienta en la línea de “garantizar” la existencia de un “remanente de tesorería positivo en términos de liquidez”, mientras la tercera de las cantinelas que se vienen sucediendo en los análisis del experto económico señalan claramente la necesidad de “garantizar la sostenibilidad financiera” de la entidad que gestiona la vida municipal. Las conclusiones anteriores son el capítulo más destacado del informe presentado ayer en la comisión especial de cuentas y que salió adelante con los votos a favor de PNV, PSE, PP, Podemos e Irabazi y la única abstención de EH Bildu.
En el extenso documento que radiografía la salud económica del Ayuntamiento se repite una situación en la que del análisis de los ratios financieros, el margen entre ingresos corrientes y gastos corrientes, es “prácticamente nulo”, situación que, como se viene advirtiendo por la Intervención General los últimos años, llega a un punto en el que “ahoga” la situación financiera del Ayuntamiento, a la hora de poder acometer nuevos gastos que necesiten una “financiación distinta” a la proveniente de subvenciones de otros entes.
Justifica esta recomendación Barrio, en la exigua cantidad de beneficio generada por la diferencia entre los ingresos y gastos municipales del pasado ejercicio que ofreció un saldo final positivo de 755.170,60 euros. Incide nuevamente en la necesidad de “tomar medidas” tendentes a “mejorar” esa relación entre ingresos corrientes y gastos corrientes, al objeto de “garantizar la sostenibilidad financiera”, remarca de nuevo en su informe.
ENDEUDAMIENTO POR HABITANTE Otro de los datos que dejó sobre la mesa el informe es la denominada deuda viva consolidada que asciende a 119,9 millones de euros, lo que traducido y repartido entre los habitantes de Vitoria, a fecha 1 de enero de 2016, supone un endeudamiento por habitante de 487 euros. Este capítulo de la deuda originó un encendido debate entre las formaciones. Desde el PNV, la responsable de Hacienda, Itziar Gonzalo, admitió la reducción “poco a poco “ de la deuda municipal, así como la dificultad de “cambiar la tendencia en solo dos años”, apostilló. Señaló también la edil jeltzale la “oportunidad” que se presenta a los diferentes grupos de cumplir uno de los dictados del interventor, cuando en septiembre, con el debate de las nuevas ordenanzas fiscales para el año 2018 “tengamos la capacidad de mejorar nuestros ingresos”, anticipó.
Desde la oposición, el popular Manu Uriarte criticó cómo al ritmo de “un millón por año nos costará 100 años quitarnos de encima la deuda municipal”. El soberanista Antxon Belakortu fue también crítico al señalar la “falta de voluntad” del equipo de gobierno de cumplir el acuerdo presupuestario firmado y que permitió sacar adelante el presupuesto del año 2016.
Nuevo marco contable. La presentación del informe de ayer llegó ya ajustada a las líneas básicas a las que obliga el nuevo marco regulatorio contable de las Entidades Locales de Álava, regulado por el Decreto Foral del pasado mes de noviembre. El interventor, Alfredo Barrio, señaló al comienzo de su exposición esta notable modificación en la manera de actuar que ha supuesto cambios en el programa informático que han retrasado hasta finales de julio a la presentación definitiva del balance.