vitoria - Podría ser un lujo pasear por la parcela de 59.800 metros cuadrados de Arkaiate, que colinda con las calles Nadine Gordimer, Avenida Bruselas y Paseo de la Ilíada, en pleno Anillo Verde y con el río Errekaleor de fondo. Sin embargo, esa posibilidad sigue siendo remota, si se quiere hacer en las máximas condiciones de seguridad posibles, puesto que esta finca sigue hoy prácticamente igual de asilvestrada que hace más de un lustro, cuando el ejecutivo Lazcoz, en 2011, decidió aprobar un plan de redensificación para dotar de uso residencial y equipamientos solares vacíos como éste.
Un camino de arena, justo a su entrada, apenas deja entrever lo que en su día iba a ser una gran calle asfaltada a cuyos dos márgenes iban a ir viviendas unifamiliares y ahora grandes bloques de edificios. Los intentos por urbanizarlo se fueron al traste cuando, ya con Maroto en la Alcaldía, el parón inmobiliario estaba en su máximo apogeo. “Justo antes de terminar la legislatura pasada, en 2015, el PP nos vendió que ya estaba terminada la zona de Arkaiate y todavía queda un tercio pendiente. Ya ves cómo está lo que era la calle del anterior proyecto de la redensificación, que ahora se ha quedado sin urbanizar”, se queja Ioseba Martínez de Guereñu, presidente de la asociación vecinal Salburua Burdinbide. Como afirma, aún le da “rabia” recordar ese “gran titular” vendido a la ciudadanía y que, a día de hoy, no se ha podido culminar. “Hasta que todas las parcelas no tengan dueño, no se puede crear la Junta de Compensación, que es la encargada de urbanizar los polígonos.
Por esa razón, nosotros demandamos al Ayuntamiento, que de una vez por todas, la cree porque está dejado de la mano de Dios”, solicita Martínez de Guereñu, quien ejerce nuevamente de Cicerone a este periódico para ver el “estado de abandono”, como lo califica, de este sector de Salburua.
socavón Nada más empezar el recorrido por Arkaiate, entre todo tipo de plantas dejadas crecer a su suerte, justo a los pies de un árbol crecido en medio de la nada, aparece un sillón abandonado. “Es habitual que se haya convertido en una escombrera. La gente aprovecha para dejar todo tipo de muebles. Al final, un sitio que no se cuida llama a la basura”, lamenta el presidente del colectivo vecinal.
Tampoco hace falta dar muchos pasos para comprobar que, unos pocos metros más allá, a la izquierda de la vía principal, hay un enorme socavón. “Aquí es donde se supone que iban a construirse los chalés, pero la idea ahora es levantar grandes edificios”, especifica.
Una media docena aproximada de alcantarillas flanquea lo que se supone que será una calle. “Aquí, gracias, a Dios, las alcantarillas tienen todas las tapas, pero más adelante no, y nuestra pregunta es: ¿quién se hace responsable si alguien se cae? Porque en otras zonas de Vitoria es el Ayuntamiento, ¿pero aquí?”, se pregunta. Una reflexión que a Martínez de Guereñu le hace detenerse en seco al pensar en otra: “Y tenemos otro problema: que para conectar Arkaiate con Salburua tiene que haber edificios y así -dice señalando el solar sin urbanizar- este sector seguirá estando aislado”.
Adentrándose un poco más en este trayecto, se llega a la zona de la calle que empezó a asfaltarse. “Pero también se paró por lo mismo”, añade.
Un poco más a la izquierda, en la zona del césped, llama a la atención una estructura de hormigón, tapada con un techo de tablones de madera, que se puede levantar sin mayores esfuerzos, en cuyo interior hay un profundo hueco. “Parece que son buzones de recogida neumática para la basura”, opina el portavoz de Salburua Burdinbide. Al avanzar, justo en medio de la senda, aparece un montículo de materia orgánica triturada, de los restos de poda, a modo de compost, para los jardines. “Nosotros, en el barrio, hace poco tuvimos que ir a comprarla y mira qué cerca la teníamos”, bromea.
Pasando la carretera de la calle Arkaiabidea, llegamos a un camino más asfaltado que en el anterior. “Aquí hay varios agujeros con maleza”, asegura Martínez de Guereñu, indicando varios sumideros cubiertos por las malas hierbas. “Evidentemente, esto no es un barrio terminado de urbanizar y hay que darle solución ya. Nos han vendido que el tema de la redensificación está resuelto y no es cierto, sin Junta de Compensación, ni edificar. Y debería estar construido y con jardines, parques infantiles, que en Arkaiate apenas hay, porque no tiene sentido que llevemos unos siete años así, con todo parado”, reitera.
Ahora -agrega-, al tener partes semiurbanizadas “hay gente que viene de paseo -dice señalando a una pareja que va con sus perros-, pero no es lo más adecuado, aunque, por fortuna, no tenemos constancia de que haya habido accidentes”. Lo “único bueno”, en su opinión, es el puente peatonal sobre el río Errekaleor, “que esto no venía en el proyecto inicial, nos lo colocaron, y está muy bien para no dar rodeos”. Y lo malo, el carril-bici, “que al poco de empezar, termina de forma incomprensible”, censura.
La redensificación. La asociación vecinal Salburua Burdinbide urge al Ayuntamiento a que agilice los trámites para iniciar la urbanización pendiente de Arkaiate. En este sentido, solicita que se ponga en marcha ya la Junta de Compensación. Asegura el presidente del colectivo vecinal, Ioseba Martínez de Guereñu, que, a día de hoy, un tercio de este sector está sin urbanizar. A quien le compete realizar este tipo de obras es a la Junta de Compensación que se ha de crear con los nuevos propietarios de las parcelas liberadas con la redensificación.
A juicio del presidente de Salburua Burdinbide, Ioseba Martínez de Guereñu, se deben acelerar los trámites para redensificar esta parcela abandonada.
59.800
Son los metros cuadrados que ocupa la superficie del solar de Arkaiate pendiente de urbanizar.