gasteiz - El movimiento LGTBI tiene todavía mucho que reivindicar en pleno año 2017, 48 después de que su liberación comenzara a dibujarse durante la revuelta del pub Stonewall Inn de New York, frecuentado por la comunidad homosexual de la gran manzana. O 40 después de la primera manifestación del Orgullo celebrada en el Estado, concretamente en la ciudad de Barcelona, cuando el hostigamiento y el rechazo hacia el colectivo estaban aún a la orden del día, tras años de represión por parte del franquismo.

Estos días en los que Madrid va a recibir a tres millones de personas de medio mundo durante el World Pride, un evento eminentemente festivo y muchos de cuyos titulares aluden al impacto económico que va a dejar en la ciudad, se multiplican también las voces que recuerdan que este evento nunca habría sido posible sin el sudor y la sangre de miles de activistas, de tantas personas incomprendidas y marginadas por la sociedad de su época. Gasteiz, precisamente, se sumergió ayer en la celebración del 28-J con ese ánimo reivindicativo, el que quiere tener presente que el camino recorrido ha sido de muchas espinas y que no está todo hecho pese a que se haya avanzado en muchos aspectos. Tampoco, por supuesto, faltó el ánimo festivo y el color que pinta la diversidad de esta jornada, que tuvo en la manifestación celebrada desde la Virgen Blanca su parada más multitudinaria.

La marcha, a la que precedió una kalejira transfeminista por las calles del Casco Viejo, llevó en esta ocasión por lema Heteropatriarkatua desobeditu. Plazerez blaitu. Es un placer desobedecer. Y volvió a nacer del impulso del activismo local, en este caso el del Movimiento Feminista de Gasteiz. Cánticos, consignas, banderas y reproches hacia los sectores más retrógrados de la sociedad se sucedieron durante el recorrido por las calles del centro, bajo la amenaza constate de la lluvia, antes de que la manifestación se detuviese por última vez en la plaza de Los Fueros.

Allí, sus impulsoras prometieron “seguir respondiendo a las agresiones de la heteronorma con nuestro placer”, un disfrute físico y espiritual que también se manifiesta de formas muy diversas. “Hacer ruido nos da placer. Inventarnos nuestras vidas nos da placer. Desobedecer nos da placer. No conformarnos nos da placer. Ganar nos da placer. Gritar nos da placer. Aliarnos nos da placer. Ser fuertes y grandes nos da placer. Reír nos da placer. Elegir nos da placer. Aprender nos da placer. Mojarnos nos da placer. Comernos nos da placer. Morrearnos con nuestras amigas nos da placer”, enumeró el manifiesto final, que también aludió a la realidad que aún acompaña al movimiento LGTBI en su día a día. “Habitar cuerpos diversos, construir identidades que son oprimidas y disfrutar de prácticas prohibidas son a menudo realidades difíciles de ser vividas”, enfatizó el texto.

Gasteiz oscureció y la celebración siguió para muchas y muchos, mientras la fachada del Ayuntamiento y el edificio de Los Arquillos se iluminaban con los colores del arcoíris por iniciativa municipal, como ya hiciesen el año pasado. Un gesto que no ha sido suficiente para los grupos municipales de EH Bildu, Podemos e Irabazi, que a media mañana desplegaron una bandera de cinco metros, de balcón a balcón, en la fachada del Ayuntamiento. “Esperemos que en próximas ocasiones no tengamos que hacerlo así y sea por iniciativa del gobierno”, espetó Óscar Fernández (Irabazi), que denunció la “hipocresía” del alcalde, Gorka Urtaran, por no querer sumarse a este acto “reivindicativo” cuando en otros casos sí se colocan otras banderas en la fachada del Consistorio, como las de los equipos deportivos profesionales. Lo acompañaron los ediles Aitor Miguel (EH Bildu), Jorge Hinojal y Juan Cerezuela (Podemos). La bandera, pese a todo, permaneció colgada en ese lugar durante toda la jornada.

declaración institucional Sí coincidieron todos los grupos con representación en el Ayuntamiento en dar luz verde a una declaración institucional, como todos los años por el 28-J, en la que quisieron poner énfasis en la motivación que este año tiene el día del Orgullo a nivel mundial, el reconocimiento de los derechos humanos de las personas LGTBI allá donde vivan. Los informes de ILGA y de Amnistía Internacional señalan que la homosexualidad está perseguida a día de hoy en 72 Estados y castigada con pena de muerte en 13 de ellos.

“Ante estas violaciones de Derechos Humanos de las personas LGTBI en el mundo no podemos permanecer impasibles, y así lo demanda una ciudadanía que exige una intervención clara, decidida y eficaz de sus instituciones frente a la persecución y penalización legislativa de aquellos estados y regiones que violan los Derechos Humanos, persiguiendo tanto las relaciones consentidas entre personas adultas del mismo sexo como a las organizaciones y activistas que defienden los Derechos LGTBI”, remarcó la declaración institucional.

El texto apuntó también a que la educación “aparece como el instrumento más eficaz en la lucha contra la discriminación y la intolerancia”, sin olvidar que “la lucha por la igualdad no será completa” si desde las instituciones no trabajan al mismo tiempo “contra otras desigualdades, como el machismo y el racismo”.

“En este 28 de junio, tenemos claro que la lucha continua, que hay razones de sobra para continuar reclamando los derechos de lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales, en nuestros pueblos y calles, en los centros educativos, en la familia y con nuestras amistades, en los centros de trabajo, en la publicidad, en el ocio y también en las instituciones”, remarcaron los grupos. A través del texto, el Ayuntamiento se “reafirmó” en el “compromiso de actuar contra las diferentes expresiones de LGTBIfobia” que puedan darse en la ciudad e instó al Gobierno Vasco a “analizar o revisar” la actual Ley de personas transexuales “para garantizar” sus derechos de la mano de los colectivos que las amparan.