VITORIA - El proyecto de rehabilitación energética de Coronación arranca el tramo decisivo para llegar a confirmar, el próximo 30 de noviembre, la adhesión de 750 viviendas que permitan poner en marcha el inicio de los trabajos de esta pionera iniciativa. El auditorio del centro cívico Aldabe es el escenario, ayer y hoy, de unas jornadas en las que el personal del Ayuntamiento de Vitoria, la sociedad pública del Gobierno Vasco, Visesa, el Ente Vasco de la Energía (EVE) y Giroa se encargan de resolver todas las dudas e incertidumbres que asaltan a los vecinos antes de dar el paso de comprometerse en una decisión de tanto calado.
Con la presencia del director general de Visesa en primera persona, Carlos Quindós, y una veintena de técnicos de las entidades que respaldan el proyecto, proceden a escuchar y responder las inquietudes que les presentan los vecinos del barrio. El elemento de la caldera central de biomasa, que va a llevar el calor a todos los hogares adheridos y la conexión particular a esa red, emergieron ayer como la cuestión estrella entre los asistentes.
La fórmula de estas sesiones informativas es una presentación, en el recinto del auditorio del centro cívico, por parte del personal de todas las entidades referida a las líneas básicas del programa para que después los vecinos les interroguen sobre los aspectos más desconocidos. En la antesala de ese recinto cinco mesas informativas proporcionan detalles más concretos, y aplicados a cada caso particular, sobre diferentes aspectos como la regeneración urbana de los espacios de Coronación, las opciones de rehabilitación de las fachadas, la red de calor y su enganche y los aspectos financieros de la reforma.
La primera presentación consumió algo más de media hora, tras dar inicio a las 11 de la mañana. En el momento de ceder el turno a los vecinos surgió del patio de butacas una primera recriminación sobre las “dudas” de los residentes respecto al sistema de la red de calor. “La gente se echa atrás precisamente por esa cuestión”, interpeló uno de los presentes, al tiempo que planteó la “posibilidad de poderlo ampliar” a un número superior del cupo de 1.313 viviendas para las que se ha diseñado el SmartEnCity. “Hay un deseo por conocer lo que cada uno se va a ahorrar y pagar de menos con este sistema”, requirió el asistente que acudió en representación de un vecino. Esta primera intervención llevó al propio Carlos Quindós a tomar el micrófono para responder y rebatir con argumentos la propuesta, subvencionada con 11 millones de euros desde la Unión Europea, que conlleva la “unión de los dos conceptos como son la rehabilitación y la calefacción a escala de barrio. Europa no subvenciona sólo proyectos de rehabilitación, sino este tipo de iniciativas,. Viene con estos dos condicionantes que no se pueden separar”, aclaró.
Se sucedieron después más intervenciones en las que hubo residentes, como uno de la comunidad de Aldabe 26, que expresó su deseo de “poder incorporarse de una manera individual, en lugar de ser toda la comunidad al completo”. Reconoció a DNA su deseo particular de acogerse a esta rehabilitación “aunque solo dos vecinos de ocho estamos a favor de dar el paso”, lamentó ante la imposibilidad de poder cambiar el posicionamiento de la media docena de residentes contrarios al proyecto. Lamentó también la “falta de más información durante este tiempo, para haber tenido más conocimiento de todo lo que supone”, concluyó.
En la sesión estuvo también el representante de la asociación Errota Zaharra, César Caño, que incidió en el “esfuerzo conjunto” del colectivo vecinal con las instituciones que apoyan el proyecto para trabajar a la hora de encontrar “vías de solución para que la financiación no supusiera un obstáculo a la hora de dar la respuesta”, significó. La labor de los técnicos encontró el respaldo y total apoyo también por parte de uno de los vecinos de la comunidad de Eulogio Serdán 4, que ha sido la primera en aprobar su participación y adhesión al programa. “Es una oportunidad única para dejar la vivienda lista para los próximos 20 años con las reformas a las que se va a someter”, alabó. Relató la experiencia de la docena de vecinos del bloque y su “total convencimiento” a la hora de dar la respuesta positiva. “Hablamos con expertos que nos hicieron ver los beneficios de acogernos a esta rehabilitación de los pisos tanto en las fachadas, como en el sistema de calefacción”.
Rehabilitación de fachadas. El programa a desarrollar en Coronación se compone de una primera parte centrada en la rehabilitación de las fachadas de los edificios para lograr un mejor aislamiento.
Red urbana de calor. A cada domicilio llegará la calefacción desde una gran caldera central, ubicada en la parcela del aparcamiento en superficie en la trasera del centro cívico Aldabe. Se trata de una energía alternativa alimentada con biomasa y que reduce las emisiones de CO2.
El director general de Visesa alaba el “trabajo institucional” para concretar todos los detalles del proyecto que ahora se sitúa en el lado vecinal para que puedan valorar y “decidir” si se suman al programa para llegar a las 750 adhesiones que se necesitan.
Carlos Quindós expresó su “disgusto” por algunas de las declaraciones de “agentes ciudadanos y sociales” con respecto al desarrollo del proyecto, tras la presentación del pasado lunes y en el que empezó a andar el proyecto.
54%
Subvención del proyecto. El coste global de reformar cada vivienda va a tener un coste total de 21.000 euros, aunque gracias a una subvención de 11.400 euros aportada por la Comisión Europea, el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Vitoria, va a suponer que cada vecino pague el 46% de la reforma, cifrada en 9.600 euros. Para hacer frente a ese desembolso se ha logrado acuerdos de financiación con entidades bancarias.