Valladolid. En concreto, el senador socialista Ander Gil exigirá explicaciones pormenorizadas sobre los motivos que propiciaron que este bidón cayera al suelo desde una altura de tres metros y se vertieran unos tres litros de agua radiactiva, según recoge el acta de inspección trimestral del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), una incidencia que se produjo el 24 de marzo a las 10.15 horas.

De acuerdo con el acta firmada por el inspector residente, atendiendo a criterios de contaminación superficial, la zona estaba por debajo de 0,4 Bequerelios por centímetro cuadrado y, tras recoger el vertido, se optó por retirar la capa superficial de asfalto para recuperar los valores iniciales.

Gil insiste en que al Partido Socialista de Castilla y León "le preocupa la seguridad de Garoña" tras más de cuatro años y medio (desde diciembre de 2012) parada por decisión de Nuclenor.

El derrame, dentro de una zona controlada del interior de la planta, se produjo cuando una grúa trasladaba en un contenedor un bidón con material radiactivo al que se había instalado una tapa provisional, según el informe del CSN.

Un fallo en uno de los cuatro pestillos del contenedor provocó su apertura, la caída del bidón desde una altura de unos tres metros, el subsiguiente impacto contra el suelo y el vertido de unos tres litros del material radiactivo que portaba.

La zona fue cubierta con plásticos y el vertido recuperado hacia las 18.30 horas de ese mismo día, aunque para retornar a los niveles ordinarios de contaminación en superficie se tuvieron que retirar del suelo entre dos y tres centímetros de asfalto.

Según informaron los técnicos de la planta al inspector del CSN, no se detectó contaminación superficial fuera del área recubierta con plásticos, por lo que no se tomaron más medidas ambientales una vez recuperado el nivel normal de contaminación.

El Gobierno de España tiene de plazo hasta agosto para conceder, o no, la autorización administrativa de renovación de explotación.