vitoria - Las consecuencias reales de la helada que asoló la Rioja Alavesa y zonas de Ayala el pasado 28 de abril no se podrán conocer con certeza hasta después del verano, cuando la vendimia dicte sentencia en septiembre y se compruebe el alcance en los viñedos, pues algunos podrían recuperarse con el tiempo.

Por el momento, según apuntó ayer el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco, “serán las próximas semanas las que determinen la magnitud real que la helada ha tenido en la producción” de las viñas. Los datos apuntan que alrededor de 2.100 hectáreas de las 5.000 que están aseguradas quedaron afectadas, y desde la Casa del Vino de Laguardia sus técnicos aseguraban ayer que los daños alcanzarían a un tercio de los viñedos de Rioja Alavesa. Cuestionado sobre la posibilidad de que en Rioja Alavesa puedan beneficiarse del fondo de catástrofes, el diputado descartó la posibilidad porque “ese fondo está pensado para cultivos que no entran dentro de los agroseguros”.

La zona más afectada, recordó Aguinaco, fue la comprendida entre Labastida y Elciego, además de producirse daños muy significativos en Leza, Navaridas, Samaniego, Villabuena y Baños de Ebro. La helada también afectó a las vides para txakoli de Ayala, especialmente en Amurrio y en puntos concreto de Llodio y Okondo. Además, el responsable foral de Agricultura subrayó que las bajas temperaturas también se cebaron esa noche con cultivos extensivos de guisantes, habas y cebadas.

Como recordó Aguinaco, la helada hizo acto de presencia la víspera de San Prudencio de forma generalizada en el territorio. “Fue intensa, prolongada y tardía, lo que perjudicó más a la viña”, desgranó, y todo empeoró además por un invierno y una primavera que han sido especialmente secos. El diputado foral de Agricultura compareció en las Juntas para dar cuenta de las medidas que su departamento pondrá en marcha para los agricultores, aunque sus palabras no convencieron al grupo juntero popular, que criticó “la falta de propuestas y la nula capacidad para concretar actuaciones” destinadas a paliar los daños causados por la helada. Para, precisamente, evitar que un varapalo como éste cause de nuevo semejante afección a los productores del territorio, el diputado avanzó que su departamento potenciará las ayudas para la contratación de seguros, porque “son la mejor herramienta de prevención para evitar este tipo de situaciones”. De hecho, según informó, actualmente en Rioja Alavesa sólo el 40% de dichas superficies están aseguradas, pese a la “dependencia casi total de la viña” en la comarca.

Sobre los seguros, el diputado aseguró que la Diputación se encuentra trabajando para mejorar las condiciones que firman los productores, pues los seguros sólo garantizan el pago de 0,60 euros por kilo. “Es un precio corto”, lamentó Aguinaco, que recordó que la institución foral “ha incrementado” esta legislatura las ayudas para fomentar la contratación de estos seguros, pasando de 40.000 euros en 2015 a 100.000 en 2016 y y 125.000 este año.

Además, la Diputación habilitará medidas adicionales como el aplazamiento de pagos fraccionados y compensaciones fiscales, así como la concesión de préstamos blandos en colaboración con el Gobierno Vasco.

molinos y calefactores El departamento de Agricultura ha puesto en marcha también una serie de charlas técnicas formativas y campañas de concienciación específicas para los agricultores afectados, con Labastida, Laguardia y Elciego como escenarios. Entre las peticiones de los viticultores se encuentra, por ejemplo, la necesidad de formar a los temporeros cuando lleguen a trabajar en la próxima vendimia para que conozcan las particularidades con las que pueden toparse en septiembre fruto de la helada.

De cualquier forma, como medidas que se podrían implantar para paliar los perjuicios de una helada similar en el futuro, Aguinaco desgranó opciones -todas requerirían una inversión considerable y tampoco convencen del todo a los productores- como la creación de un sistema de riego por microaspersión, la instalación de molinos junto a los viñedos que muevan el aire en altura y minimicen la afección o incluso implementar un sistema de calefactores en las viñas. Todas medidas que, de todas formas, se utilizan en otras zonas donde las heladas son más habituales.

Consecuencias. Según apuntó el diputado foral de Agricultura, las consecuencias reales de la helada que asoló Rioja Alavesa el pasado 28 de abril no podrán conocerse en su totalidad hasta el mes de septiembre, cuando arranque la vendimia.

Afección. Técnicos de la Casa del Vino de Laguardia valoran que aproximadamente un tercio de los viñedos de Rioja Alavesa habrían quedado afectados. De las 5.000 hectáreas aseguradas, 2.100 quedaron dañadas, informó el diputado.