Vitoria. El objetivo de este programa promovido por el departamento municipal de Políticas Sociales y Salud Pública del consistorio vitoriano es frenar el número de casos, restablecer la autoridad de los padres sobre sus hijos y dotar a unos y otros de herramientas y habilidades para controlar estas situaciones hasta eliminarlas.
Según datos de la Policía Local, en 2016 se recibieron 9 denuncias en Vitoria por este tipo de episodios, frente a las 17 tanto de 2015 como de 2014.
Un estudio efectuado en toda Euskadi en 2011 sobre la violencia física filio-parental alertó de un 13 % de los adolescentes reconocía haber ejercido algún episodio de violencia física grave o leve sobre sus padres.
La violencia filio-parental, ya sea de forma psicológica, económica o física, pretende obtener control, poder y dominio sobre los padres, y puede verse reflejada en forma de amenazas, ninguneo, insultos, sustracción de objetos y ausencias de casa, ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado.
"Es una epidemia oculta, difícil de cuantificar por la vergüenza y el temor de los padres a denunciar a sus hijos, con comportamientos que pueden prolongarse en el tiempo" y ser más intensos si no se interviene de manera externa con la familia, ha explicado el concejal de Políticas Sociales, Peio López de Munain.
Frente a esta problemática, el servicio de Infancia y Familia del consistorio ha diseñado este programa dirigido a familias con menores de 12 a 17 años, en situación de desprotección leve o moderada, en las que se está dando esta problemática.
Mediante una intervención tanto individual como grupal se busca "identificar el problema, hacerles ver la dimensión del mismo y dotar a los miembros de la familia de habilidades que les ayuden a manejar emocionalmente y resolver esta situación", ha precisado.
El programa de intervención durará seis meses con sesiones semanales de hora y media, y se harán evaluaciones tanto al iniciar el trabajo con las familias como a su término, y al cabo de seis meses una vez concluido el programa.
En el programa participarán a agentes sociales, que serán los encargados de detectar los posibles casos de violencia filio-parental; los servicios sociales municipales, que valorarán la situación de las familias con la ayuda de tres psicólogos y trasladarán su propuesta al Servicio de Infancia y Familia.
Además, un equipo de la Universidad del País Vasco hará un seguimiento del programa y de su impacto en las familias.
"Estamos ante un problema familiar emergente que en los últimos años se ha convertido en motivo de alarma social", ha opinado el concejal.
A su juicio, hasta ahora se podía pensar que este problema tal y como venía desaparecía, sin necesidad de hacer ninguna intervención, "pero no es así" ya que se ha "demostrado la necesidad de intervenir con todas las partes implicadas para hacer frente a esta situación", ha concluido López de Munain.