- El decepcionante desenlace del último Consejo de Administración de Nuclenor, empresa propietaria de Garoña, ha vuelto a destapar la caja de resonancia del desencanto popular e institucional en Álava ante la incertidumbre que vuelve a cernirse sobre la continuidad de la central nuclear. Se esperaba una decisión en firme favorable al cierre de la instalación, pero la presión de una de las accionistas -Endesa, que controla el 50% de la citada Nuclenor- lo impidió y, de paso, volvió a generar cantidades ingentes de desencanto.

En ese contexto, el Foro contra Garoña, integrado por ecologistas, sindicatos y partidos de izquierda, anunció nuevas movilizaciones, con una gran manifestación, en este caso, en Miranda de Ebro en mayo. Aparte, este colectivo explicaba que teme que Endesa esté negociando con el Ministerio de Energía para conseguir una rebaja fiscal u otras contrapartidas económicas. Así interpreta la decisión del Consejo de Administración de Nuclenor de mantener la solicitud de reapertura de la central nuclear de Garoña, a pesar de que el presidente de Iberdrola -la otra accionista-, Ignacio Sánchez Galán, dijera el pasado 31 de marzo ante la Junta de Accionistas que esta central no es rentable.

Por su parte, el diputado general de Álava, Ramiro González, trasladaba su “profunda decepción”, mientras instaba al Gobierno central a “resolver de una vez por todas esta cuestión”. En la misma línea, el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, indicaba que el “riesgo” para la población y el medio ambiente de reabrir la central nuclear de Garoña es “inasumible para el Estado”. Aparte, el primer edil se mostraba indignado por la postura del presidente de Endesa, Borja Prado, de esperar a que se pronuncie el Gobierno central sobre la reapertura de la central burgalesa.

Aparte, el coportavoz de Equo y diputado por Álava de Unidos Podemos declaraba que la única manera de entender la decisión de Nuclenor es que “Endesa forma parte de una empresa pública italiana y en Italia no hay nucleares. Al parecer Endesa quiere que España y los españoles se expongan al riesgo de las viejas nucleares, mientras el beneficio económico se va a Italia”.

También desde Burgos Por último, el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, expresaba ayer sus dudas respecto a la posible concesión de más ayudas a la propietaria de Garoña para mejorar las condiciones económicas de la planta nuclear.