vitoria - No habrá “una gran reforma” fiscal, pero sí “nuevas medidas tributarias”. Pequeños “ajustes” que entrarán en vigor el 1 de enero de 2018 y que se anunciarán después del verano. El diputado foral de Hacienda, José Luis Cimiano, avanzó ayer que su departamento trabaja junto a Bizkaia y Gipuzkoa en la confección de “nuevas medidas que ajusten y mejoren la normativa foral actual”, que data de 2013 y que según el balance presentado en las Juntas Generales “ha funcionado”.

El hecho de que Álava fuera ayer la primera de las tres administraciones vascas en presentar su análisis de la reforma pactada hace cuatro años por PNV, PSE y PP -Bizkaia y Gipuzkoa lo harán mañana- generó más expectación de la habitual en la sala de comisiones de la Cámara foral. En una larga comparecencia de más de dos horas, Cimiano desgranó de forma pormenorizada el exhaustivo informe “exclusivamente técnico” elaborado por su departamento sobre el que se sustentarán los posibles cambios fiscales en el territorio.

“Hoy no toca hablar de medidas” fue la respuesta más habitual del diputado cuando la oposición primero y los medios después le cuestionaron sobre el tipo de reformas, o “ajustes” como él definió, que se pondrán en marcha el año que viene de forma armonizada entre las tres haciendas vascas. Con todo, el responsable del fisco alavés sí deslizó algunas claves para discernir los cambios, con dos bases fundamentales: los impuestos no se van a bajar -“no tiene sentido porque se pondrían en riesgo los servicios públicos”, argumentó- y los “retoques” fiscales serán mucho más leves de lo que viene reclamando su actual socio presupuestario, EH Bildu. Por impuestos, Cimiano advirtió de que en el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) “caben muy pocas actuaciones” que varíen la actual presión fiscal sobre los alaveses. Tampoco en el Impuesto de Sociedades, pues “es necesario que nuestro tejido económico siga siendo competitivo, no sólo para que las empresas no se vayan, sino para atraerlas”. En definitiva, el diputado de Hacienda dejó claro que en el contexto económico actual “no cabe una gran reforma fiscal, sino ajustes puntuales que nos posibiliten seguir siendo competitivos”.

Acompañado de la directora de su departamento, Teresa Viguri, Cimiano puso sobre la mesa el análisis de la una reforma de la que el ejecutivo alavés se muestra satisfecho y que, por tanto, ejercerá de argamasa sobre la que sustentar pequeños “ajustes y mejoras” de forma armonizada con Bizkaia y Gipuzkoa. Con los datos en la mano, el acuerdo de 2013 ha repercutido en una subida anual de 23 millones de euros en la recaudación por IRPF tanto en 2014 como en 2015. Un incremento, explicó Cimiano, sustentado en la introducción de nuevos tramos y tipos en la tarifa general -que pasaron del 45% a entre el 46 y el 49% para las rentas más altas, de más de 92.310 euros al año-, el aumento de los límites a las deducciones por adquisición de vivienda y la eliminación de las deducciones por edad para las personas con rentas altas.

En Álava, por cierto, el 84% de los contribuyentes tiene una renta anual de menos de 34.000 euros, y el mayor número se sitúa de hecho entre los 15.600 y los 18.000 euros al año. Sólo 942 contribuyentes declaran una renta de más de 92.310 euros, y con la reforma se incrementado en 2,1 millones el dinero recaudado entre ellos. También ha aumentado desde 2013 la recaudación por la limitación de las deducciones por aportaciones a las EPSV, con una subida de casi veinte millones de euros entre 2014 y 2015.

Donde no se ha producido, según aseguró el diputado de Hacienda, ni efectos positivos ni negativos - “han sido neutros”, según los definió Cimiano- ha sido en el Impuesto de Sociedades. Aunque la recaudación ha aumentado, la evolución al alza ha estado sustentada por el aumento de beneficios de las empresas “y no tanto por la reforma fiscal”, argumentó antes de destacar que en Álava el 69% del tejido empresarial está forma microempresas (43%) y pymes (26%), que tributan al 24%, cuatro puntos por debajo del tipo general. La tercera pata del informe presentado por el responsable del fisco alavés tuvo como protagonista la lucha contra el fraude, con 397 millones de euros aflorados en Álava durante los tres últimos ejercicios.

Finiquitado el análisis técnico que debía ejercer de pistoletazo de salida al estudio de una futura modificación fiscal, la Diputación alavesa se ha fijado de plazo hasta después del verano para anunciar las medidas pero, sobre todo, para encontrar “los socios que compartan nuestro diagnóstico y los cambios” a acometer.

Balance. El diputado de Hacienda presentó ayer en las Juntas el análisis de la reforma fiscal pactada en 2013 entre PNV, PP, y PSE.

IRPF. La reforma ha repercutido en una subida anual de 23 millones de euros en la recaudación por IRPF tanto en 2014 como en 2015, destacó Cimiano.

Sociedades. En este impuesto “los efectos han sido neutros”, puesto que “aunque la recaudación ha aumentado, la evolución al alza ha estado motivada por el aumento de beneficios y no tanto por la propia reforma fiscal”.

Cimiano apuntó que “caben muy pocas actuaciones en el IRPF” y tampoco en el de Sociedades, salvo “ajustes puntuales que permitan a nuestro tejido empresarial seguir siendo competitivo”.

Ana Morales aseguró que “el PNV tendrá que elegir entre el modelo de subida de impuestos de EH Bildu o la recuperación económica que planteamos nosotros”.

Kike Fernández de Pinedo subrayó que “el balance de la última reforma fiscal confirma que el actual sistema ni es justo ni es progresivo. Negamos la mayor”.