gasteiz - Numerosos estudios han colocado al alcohol, junto al tabaco, a la cabeza del ranking de las sustancias tóxicas más perjudiciales para la salud, muy por encima de otras drogas aparentemente más agresivas como el cannabis, la cocaína o las anfetaminas. Aunque todo va en función del uso o el abuso que se lleve a cabo, el control del consumo de bebidas alcohólicas entre los menores de edad se encuentra entre las prioridades fundamentales de las autoridades sanitarias vascas, que ya han anunciado que en los próximos años “intensificarán” su acción institucional, y también de la Diputación alavesa, que desde el año 1988 cuenta con un amplio programa de prevención comunitaria para actuar en los ámbitos familiar, escolar y educativo. Un plan que trata de incidir en las causas que están detrás del problema de las adicciones, no sólo al alcohol, y que el ente foral está decidido a ampliar tras los buenos resultados que se han derivado de otras acciones anteriores.

Según explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la diputada foral de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, la Diputación alavesa ha puesto en marcha un nuevo estudio sobre el consumo de alcohol entre los jóvenes estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) “para tener una panorámica más amplia de las adicciones” que afectan a los chavales de la zona rural del territorio. Entre otras cosas, esta radiografía servirá para completar la información obtenida el pasado año 2016 a través de otro informe, en este caso realizado en colaboración con la Universidad de Deusto, sobre las llamadas adicciones sin sustancia, las relativas a las nuevas tecnologías, Internet, las redes sociales o el juego on line.

La realización de este informe dará otro impulso a esa intervención “integral” en que se apoya el programa comunitario, su elemento más “significativo” a juicio de Olabarrieta: El ente foral, en estrecha colaboración con los Ayuntamientos de la zona rural del territorio y las familias, realiza acciones preventivas y formativas en el ámbito familiar, con las escuelas y encuentros de padres y madres; en el escolar, a través de diferentes talleres en colegios e institutos; y también en el comunitario, donde destacan los test de alcoholemia en espacios festivos, los programas de prevención de drogas o el fomento del ocio alternativo, iniciativas realizadas en los espacios donde se reúnen los y las adolescentes y jóvenes. Según destaca la responsable de Servicios Sociales, todos estos programas “van de la mano y se entrelazan”. Y por ese motivo, lo que se hace en cada uno de ellos “repercute y refuerza” a los otros.

memoria de 2016 La memoria de actividad de los Servicios Técnicos de Prevención Comunitaria (TPCs) que operan en el territorio, a la que ha tenido acceso este periódico, demuestra el intenso trabajo que la institución viene llevando a cabo en los años recientes en este campo. Sólo en el año 2016, 327 madres y padres tomaron parte en las 97 sesiones de las escuelas de padres y madres celebradas en 13 municipios del territorio, a las que se sumaron otros 25 encuentros para progenitores. Además, dentro del ámbito familiar, se llevaron a cabo también cuatro jornadas formativas sobre empoderamiento familiar y dos encuentros territoriales para madres y padres a los que asistieron 505 personas, entre otras iniciativas.

En lo que respecta al programa de intervención escolar, 2.156 chavales de Infantil y Primaria tomaron parte en cinco programas sobre prevención del tabaco y el alcohol, sobre educación afectivo-emocional, redes sociales, Internet y ciberbullying, resolución de conflictos o hábitos saludables. A ellos se sumaron otros 4.217 alumnos de Secundaria en 423 sesiones sobre prevención del tabaquismo, alcohol y cannabis, autoestima y emociones, gestión de placeres y riesgos o desórdenes alimenticios.

Otra de las áreas de trabajo más importantes del plan de prevención foral, en este caso en el ámbito comunitario, es el programa Prebenjaia, mediante la instalación de puntos informativos para la reducción de riesgos asociados al consumo abusivo de alcohol en espacios festivos con la oferta de test de alcoholemia. Sólo el año pasado se realizaron 4.006 pruebas, que dieron como resultado un 47,20% de positivos. De entre los conductores que se sometieron al test, un 13,47% pretendía conducir bajo los efectos del alcohol y fue informado de otras alternativas con menos riesgos. Además, se realizaron diez talleres de cócteles sin alcohol, 13 sesiones de fomento de ocio alternativo o tres intervenciones con puntos info-droga, donde se atendió a un total de 355 personas.

Programa. El programa de prevención comunitaria del Instituto Foral de Bienestar Social, iniciado en el año 1988, dirige su actuación a la población en general y a los grupos de riesgo en particular, incidiendo en las causas que llevan al problema de las adicciones, así como al desarrollo de acciones socio-educativas y comunitarias dentro del entorno rural alavés. Los ámbitos preferentes de intervención técnica son el familiar, el escolar y el comunitario, y desarrollan de manera complementaria, interdependiente y transversal. La Dirección de Salud Pública y Adicciones del Departamento vasco de Salud y el IFBS financian el mantenimiento de tres Servicios Técnicos de Prevención Comunitaria (TPCs) en cada una de las Cuadrillas de la zona rural.

Iniciativas. En el ámbito familiar destacan las reuniones de las escuelas de padres y madres o el programa de empoderamiento familiar. En el escolar, los talleres dirigidos a alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria, que van desde la prevención del tabaco y el alcohol, la educación afectivo-emocional, las redes sociales, Internet y el ciberbullying o la resolución de conflictos..Y en el tercero, las iniciativas en espacios festivos como el programa ‘Prebenjaia’, el fomento del ocio alternativo entre los chavales o los puntos ‘info-droga’.

La diputada de Servicios Sociales destaca la principal virtud del plan de prevención comunitaria.

4.006

Pruebas de alcoholemia se realizaron el año pasado en distintos espacios festivos de la zona rural alavesa, tanto a conductores como a acompañantes, que dieron como resultado un 47,20% de positivos. Un 13,47% de los conductores que se sometieron al test se encontraba bajo los efectos del alcohol y fueron informados sobre otras alternativas.