Vitoria - EH Bildu apuesta por que el Ayuntamiento de Vitoria rescinda el contrato de recogida de basuras y limpieza de la ciudad que tiene con FCC y que este servicio lo preste directamente el Consistorio. Así se manifestó ayer el concejal Aitor Miguel.

Vitoria se libró en último momento de la primera huelga de recogida de basuras en 25 años después de que plantilla y empresa aceptaran el 1 de marzo pasado una propuesta del Ayuntamiento en la que se incluía la posibilidad de rescisión “pactada” del contrato si en dos meses no se solucionaban las desavenencias.

El edil señaló ayer que después de que la huelga se cerrara en falso, FCC sigue con sus políticas de presión hacia lo trabajadores, sin negociar nada con ellos, sin haber readmitido a los ocho despedidos y con el único propósito de obtener más beneficios. “Es hora ya de pensar en otro modelo que no deje la limpieza de Vitoria en manos de insaciables multinacionales y por eso proponemos convocar el grupo de residuos para avanzar hacia la remunicipalización del servicio”, indicó Miguel. E insistió en que el alcalde, Gorka Urtaran, anunció que si la empresa no readmitía a los trabajadores antes del 1 de mayo, el Ayuntamiento rescindiría el contrato: “Sólo faltan once días y no se están cumpliendo los acuerdos”, recalcó el concejal ayer. Recuerda EH Bildu que la unión de empresas formada por FCC y GMSM cobra del Ayuntamiento por el servicio de limpieza viaria y de recogida de residuos 23 millones de euros al año, en un contrato que se firmó hasta 2023. Y propugna la remunicipalización del servicio que, en su opinión, supondrá todo ventajas para la ciudad, porque Vitoria “estaría más limpia, el servicio sería más barato para las arcas municipales y los empleados tendrían sus derechos garantizados”.

el conflicto Cabe recordar que la plantilla de FCC levantó en el último momento la huelga de limpieza anunciada este año. El 93% de los trabajadores respaldó una oferta municipal, pactada con la empresa, en la que FCC se comprometió a readmitir a los ocho profesionales despedidos y cumplir varias condiciones más en dos meses. En caso contrario, el alcalde se reservaba la rescisión. Esta, en principio, “buena” noticia en la resolución del conflicto no parece satisfacer, en cambio, a EH Bildu semanas después, ya que la coalición piensa que el conflicto se cerró en falso.

El acuerdo abría la llave maestra a la readmisión de los trabajadores rescindidos, contemplaba la reincorporación inmediata de los tres últimos profesionales que habían recibido el preaviso de despido, concretamente el médico, la enfermera y el peón (ya readmitidos) y abría un periodo hasta el 1 de mayo para que la firma contratara a las otras cinco personas que mandó a la calle. - DNA