VITORIA - La celebración de una consulta popular en Vitoria se enfrenta al reto de que la media docena de fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento logren consensuar un tema de la suficiente relevancia para recabar la opinión de la ciudadanía. El próximo lunes van a celebrar un encuentro todas las formaciones, a petición de la responsable de Participación Ciudadana, Isabel Martínez, en el que tratar de llegar a un acuerdo sobre una cuestión que inaugure la participación ciudadana en Vitoria. Buscan los representantes municipales acortar los trámites y presentarse en un próximo Pleno con una postura común para llegar a la fecha ya fijada del 26 de noviembre en la que desarrollar la consulta.

Además de poder encontrar los puntos en común entre los seis partidos, esta posición permite acelerar los trámites para no dejar pasar este año 2017 en blanco sin estrenar la máxima expresión de la participación ciudadana democrática. Un tema consensuado entre los partidos para someter al refrendo popular se salta el engorroso y complicado trámite de tener que recabar las 19.000 firmas, del 10% de las personas empadronadas, que se exigen a cualquier propuesta ciudadana que entre ahora en el registro municipal con ese fin. De esta forma se eliminan del periodo de tramitación los tres meses que contempla el artículo 21 del reglamento orgánico que lo regula, y que estipula un plazo de 90 días naturales para recoger esas adhesiones a la consulta. Se contempla, además, la posibilidad de extender ese plazo durante 30 días naturales más y se fijan otros 15 días para proceder al recuento de firmas y comprobar la identidad de los firmantes en el padrón. Si se presenta esa cuestión bajo el paraguas del común acuerdo de los seis partidos políticos, basta con someter la iniciativa a votación en el Pleno para obtener la mayoría necesaria de votos y continuar el curso natural y burocrático de la tramitación, suprimiendo, como mínimo, tres meses de tramites y dar celeridad al tema.

número de firmas La cuestión del respaldo popular en forma de firmas necesarias y exigidas dentro del proceso, es el principal punto de batalla entre los partidos municipales. Hace doce meses, cuando se acordaron las bases que regulan la participación ciudadana, el acuerdo fue requerir ese 10% de los empadronados, tanto para las consultas populares como para las sectoriales o de ámbito territorial. Sin embargo, transcurrido este primer año en vigor ya han empezado a aflorar las diferentes opiniones sobre ese cupo como traba principal que puede convertir en agua de borrajas cualquier intento de celebrar una consulta popular. Formaciones como Podemos o Irabazi han mostrado su desacuerdo con esta barrera que se convierte en el principal problema a la hora de lograr que cualquier iniciativa ciudadana pueda desembocar en una consulta.

Como ejemplo ilustrativo de alcanzar este tope, tres de las seis fuerzas municipales que cuentan con algún concejal no llegaron a obtener 19.000 votos (PSE, Podemos e Irabazi), mientras la formación del actual alcalde, Gorka Urtaran (PNV), llegó a rebasar por muy poco esa barrera, 19.945, en las últimas elecciones municipales del año 2015.

Para tratar de superar ese obstáculo desde EH Bildu van a acudir con la propuesta de abrir un recoveco legal a consultas que, aunque no lleguen a recabar la totalidad de las firmas exigidas, puedan acceder con posterioridad directamente al Pleno con el respaldo de las fuerzas políticas y evitar los tres meses de complicada recogida de apoyos.

temas consensuados En la reunión fijada para el lunes se va analizar este primer año de vida de las cuestiones vinculadas a la participación ciudadana con el punto más relevante de tratar de encontrar con ese tema de común acuerdo. A lo largo de estos doce meses el panorama del primer plano informativo de Vitoria se ha quedado sin la principal cuestión que estaba en el centro de la diana para ser llevada a las urnas. La continuidad de la feria taurina, hace un año, estaba marcada para pasar por el tamiz de los vitorianos y expresar su posición a favor de la continuidad o la eliminación. Sin embargo, por el camino quedó desierto el concurso para que cualquier empresa optara a gestionar el recinto del Iradier Arena. Este hecho desactivó la posibilidad de presentarlo a consulta y desde diciembre se busca un tema con la suficiente relevancia para su estreno.

Un año en vigor. Se cumplen doce meses desde la puesta en marcha del nuevo sistema de participación ciudadana, que tiene en el reglamento orgánico de consultas ciudadanas el mecanismo más relevante que permite recabar la opinión de los vitorianos sobre un asunto de interés colectivo para la ciudad.

La consulta. Desde octubre del pasado año está en vigor la normativa que contempla su celebración. Estipula un plazo de tramitación de hasta nueve meses de duración, si se cumplen todos los pasos, para las iniciativas populares que se presenten. Sin embargo, si se alcanza un tema de común acuerdo entre las formaciones políticas los pasos se agilizan al suprimir los 90 días habilitados para recabar las firmas de 19.000 vitorianos.

Ampliación de Mendizorroza. La posible ampliación del estadio de fútbol hasta los 32.000 espectadores es una de las cuestiones que han suscitado el interés por la relevancia de la actuación.

La movilidad y el Bus Exprés. La llegada del nuevo modelo de bus exprés o cuestiones referidas a la movilidad como la ampliación del tranvía o el soterramiento son cuestiones que se han barajado.

Feria taurina de La Blanca. El que estaba llamado a ser el primer tema de consulta popular salió de la lista al quedar desierto el concurso para la adjudicación de un nuevo gestor de la plaza.

10%

De firmas de los empadronados. Requisito para que cualquier iniciativa ciudadana presentada recabe 19.000 firmas durante tres meses. De los seis partidos del Consistorio, tres, PSE, Podemos e Irabazi, no alcanzaron esa cifra y se quedaron por debajo en los comicios municipales de 2015. El PNV obtuvo 19.945 sufragios.