vitoria - La llegada de las máquinas y las obras a la plaza de Santa Bárbara, previstas para el mes de septiembre, va a tener una consecuencia directa sobre las más de 130 plazas de estacionamiento que existen en la actualidad en ese entorno y que va a suponer la desaparición de la inmensa mayoría de ellas. DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha contado los huecos actuales de estacionamiento en las tres arterias que rodean Santa Bárbara, además de la calle Doce de Octubre, que ascienden a un total de 135 plazas, entre las que se encuentran siete plazas reservadas para personas con movilidad reducida. Tras analizar los primeros bocetos de planos sobre la futura configuración de la plaza, cuando concluyan los 15 meses de obra, en diciembre de 2018, si no se acumula ningún retraso, los espacios disponibles para aparcar los vehículos se verán reducidos a únicamente 19 en toda la zona, de las que tres plazas van a estar reservadas para conductores discapacitados, y las 16 restantes para el resto de vehículos.

POSTAS PIERDE 56 PLAZAS Casi la mitad de las 126 plazas que se van a evaporar, se concentran en la calle Postas. En los incipientes planos que enseñó Gorka Urtaran en la puesta de largo oficial de este emblemático proyecto de su legislatura, los actuales 56 estacionamientos de esta arteria desaparecen en su totalidad al convertirla en una calle peatonal por completo y libre de la presencia de vehículos. Postas va a pasar a tener un papel dominante en la nueva reordenación del espacio al albergar la pérgola, de 80 metros de largo, diez de alto y que cobijará a 48 productores locales. Se va a convertir en un gran corredor que permita el tránsito de personas desde la calle Los Herrán y Judimendi hacia La Paz y el resto de la zona peatonal.

En este punto emergen las preocupaciones de los vecinos de la zona. Suprimir los 56 espacios del aparcamiento “va a complicar la opción de encontrar un hueco”, relata a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el vecino de la calle Postas Álvaro González, que atisba con preocupación el inicio de los trabajos. “No sólo por esta gran cantidad de huecos que se pierden en esta calle, sino por los de las vías adyacentes”, como en las dos vías laterales de la plaza y en Doce de Octubre, que también desaparecen en su práctica totalidad”.

La sensible pérdida de espacios ya ha puesto en alerta al propio Ayuntamiento que baraja alternativas para poder ofrecer a los vecinos con diversas propuestas que se hallan en “fase de valoración” para ofrecer lugares de estacionamiento a los residentes, según trasladaron a este diario fuentes municipales. A partir del 1 de junio, la sociedad municipal Tuvisa se va a hacer cargo de la gestión del aparcamiento bajo Santa Bárbara, mientras también gestiona otro, un poco más lejano como es el del Iradier Arena.

Más allá de la dificultad que va a suponer aparcar cuando se completen las obras, la gran obsesión de los vecinos de la zona se orienta hacia la “complicación en la que se va a convertir la circulación con la remodelación planteada del sentido del tráfico”, advierte González. El proyecto contempla que todo el tráfico de los vehículos que abandonan el estacionamiento subterráneo de El Corte Inglés giren hacia la izquierda para incorporarse a La Paz. “Si esta calle ya soporta un volumen elevado de tráfico, ahora se va a cargar mucho más con lo que genera ese estacionamiento y se va a saturar”, advierte el vecino de la calle Postas. Todo se puede ver “dificultado y complicado con la regulación de los semáforos que ya tiene La Paz y con otro flujo de vehículos que llegan desde la calle Postas al abandonar el estacionamiento de Dendaraba”, añade como ingredientes de este pastel circulatorio.

Alerta, además, de la existencia de “otros cuatro garajes de los edificios de la calle Postas, que van a desembocar todos hacia La Paz.”. Señala la “congestión” que pueden soportar “los escasos 80 metros de calle entre la salida del parking y su incorporación a La Paz en fechas como Navidad o épocas de rebajas”. Hasta ahora, en esos picos concretos de máxima acumulación de vehículos, “había ocasiones en las que la Policía Local derivaba a los coches que salían del aparcamiento hacia Los Herrán y hacia la propia calle La Paz. Una vez que completen los trabajos, todo va a fluir en una única dirección”, avisa González.sin aparcar en doce de octubre Además de las plazas que van a dejar de existir en la calle Postas, todo el entorno de Santa Bárbara se va a ver afectado por las dificultades para estacionar un vehículo. En la calle lateral, la más cercana al centro comercial del triángulo verde, este diario ha contado el miércoles de esta semana un total de 34 vehículos estacionados en batería, incluidas tres plazas de discapacitados. Los planos dados a conocer mantienen un carril de circulación por esta arteria, y marcan la existencia de cinco plazas, ubicadas junto a la actual puerta de recepción de mercancías del establecimiento.

En el lado opuesto de la plaza hay otras 26 plazas de estacionamiento, con dos huecos reservados a conductores con movilidad reducida. Un vistazo a los planos ya permite contemplar que las aceras van a ensanchar hasta los dos metros, lo que va a hacer que se reduzcan a solo una docena de estacionamientos en línea. Además, tres de ese cupo van a estar reservadas a personas con discapacidad y que, según los planos, son las tres plazas más cercanas a Jesús Guridi.

Drásticos van a ser también los trabajos en una calle como Doce de Octubre en la que de los actuales 19 estacionamientos desaparecen. Se opta también por la solución de otorgar una anchura de dos metros a las aceras de ambos lados de la calle, para dejar el hueco necesario para la circulación de los vehículos, haciendo imposible aparcar en ese porción de calle entre Pío XII y el lateral este de la Plaza de Abastos.

Ése va a ser el tramo de circulación por el que van a tener que transitar los camiones de carga que acceden para entregar sus viandas a los comerciantes de Abastos, la superficie comercial del subsuelo y también al previsto soterramiento del muelle de carga del gran centro comercial.

muelle de carga soterrado La reforma va a contar con un añadido, siempre que tenga la viabilidad económica, técnica y legal por parte de todos los estamentos, del muelle de carga del establecimiento del triángulo verde. La solución ideada es un corredor subterráneo de 40 metros, desde el actual punto final de las dársenas de descarga de Abastos. En caso de recibir todos los pronunciamientos positivos, se excavará un corredor de 40 metros, que permitirá la entrada de los camiones de hasta 18 toneladas.

Los vecinos del portal situado junto a la actual zona de mercancías respiran, “por fin, aliviados, ante la desaparición de la tortura de ruidos, molestias y malos olores de tantos años”, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Miguel Ángel Pérez, vecino que desde el salón de su domicilio observa con todo detenimiento las maniobras de descarga de los camiones. “Llevo 34 años, desde que era Galerías Preciados, soportando llegadas de camiones en plena madrugada y los ruidos de las carretillas para mover las mercancías desde los camiones a las máquinas más pequeñas”. Miguel Ángel, junto a su madre, parecen ya contar las horas para que todo este tránsito se haga por el subsuelo y puedan “descansar con tranquilidad”, apostilla este sufrido vecino. A lo largo de estas tres décadas ha expresado multitud de quejas a los directivos de los almacenes que han ido atendiendo, en parte, sus reclamaciones. “Para hacerse una idea del ruido que soportamos, basta decir que duermo todas las noches con tapones en los oídos”, lamenta Miguel Ángel.

Además la presencia de camiones es casi continua, “aunque ahora ya a las diez de la noche paran de acometer las tareas de descargar”, reconoce. Sin embargo, a pesar de no estar en horas de descargas “ya es habitual que reserven su zona de descarga con unos conos para impedir que el resto de vehículos aparquen en esos espacios”, critica. También tiene especiales motivos de queja “en navidades, cuando se amontonan todos los pedidos y paquetes de regalo que mueven”, finaliza resignado.