gasteiz - La plantilla de la residencia Cáser Alto del Prado inició este pasado jueves su calendario de paros parciales para reivindicar un “convenio justo” y denunciar la “precariedad” con la que debe desarrollar su labor en el geriátrico. Según denuncian los sindicatos ELA y UGT, que ostentan la representatividad en el comité de empresa de la residencia, la actividad diaria de las trabajadoras está marcada por las altas cargas de trabajo o la falta de medios técnicos como los que sí existen en los centros públicos, los que gestiona de forma directa el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS). La plantilla, si no se dan avances en la negociación, seguirá parando todos los jueves de 17.30 a 18.30 horas, como hizo anteayer por primera vez, a las puertas de la residencia, que tiene cerca de 150 usuarios. 54 de sus plazas están concertadas con la Diputación Foral de Álava y 25 son sociosanitarias, gestionadas por el propio ente foral y Osakidetza.

Las negociaciones para alcanzar un nuevo pacto de empresa comenzaron hace 14 meses y, a pesar de que la plantilla ha ido moderando sus exigencias, la fumata blanca no ha sido posible. “La empresa sigue sin mover ficha y la situación sigue siendo lamentable. El único avance es que nos han hecho llegar su última propuesta por escrito”, denuncia Arantza Agote, portavoz del sindicato UGT. Propuesta a todas luces “insuficiente” y que de no ser mejorada derivará en un recrudecimiento de las movilizaciones, según la representante sindical. “Por ahora pararemos todos los jueves de marzo, pero a partir de ahí probablemente se ampliarán”, asegura Agote. Si la negociación del convenio sigue estancada, los sindicatos ya han advertido de que no es descartable que más adelante llegue una convocatoria de huelga como la que ya hubo en Cáser en el año 2006.

Fuentes de Cáser consultadas por este periódico, que esperan que el resultado de este “largo” proceso de negociación llegue finalmente a buen puerto, enfatizaron hace unos días a este periódico que “en el ánimo de todos está que si las movilizaciones se llevan a cabo afecten lo menos posible” a los residentes. Sin embargo, según denuncian desde la plantilla, las trabajadoras de la residencia, que son principalmente auxiliares de geriatría y de enfermería, están a día de hoy “súper estresadas y quemadas”, una situación continuada en el tiempo que ha desembocado en el escenario actual.

Según denunció el comité de empresa durante una concentración ante la sede de la Diputación, las auxiliares de Cáser deben asumir una media de entre “diez o doce” residentes, cuando en los centros de gestión directa “están en cuatro o seis” los usuarios por auxiliar. Además, en el centro únicamente hay una profesional de enfermería para todos los residentes. “Estamos bastante precarios con el personal desde hace dos años, pero la empresa dice que está dentro de los ratios”, remarcó la presidenta del comité. - C.M.O.