vitoria - Sólo había una salida, una puerta principal, sin ventanas, ni terrazas por las que poder escapar aquella tarde del 3 de marzo de 1976, después de que la iglesia de San Francisco de Asís fuera gaseada. Cuando los asistentes a la asamblea de trabajadores empezaron a huir del templo de Zaramaga para no morir asfixiados, la Policía les tiroteó. “Aquí ha habido una masacre. Cambio”, se escucha en las grabaciones de los agentes en referencia a aquel desalojo a sangre y fuego. El resultado: cinco obreros muertos y cientos de heridos, muchos de ellos por balas, que dejaron una imborrable huella de dolor en la vida de otras miles. No en vano, la ciudad no ha olvidado este oscuro episodio de su historia, ni mucho menos le ha podido dar carpetazo, puesto que 41 años después sus víctimas todavía reclaman verdad, reconocimiento y reparación. Por eso ayer, en esta fecha tan emblemática, Vitoria volvió a salir a la calle para denunciar prácticamente lo mismo que en el primer aniversario: que los delitos cometidos siguen impunes.
El propio alcalde de Vitoria, de hecho, con motivo de este triste aniversario, anunció que ha enviado una carta a Mariano Rajoy para solicitar que “la mejor reparación de la memoria es reconocerlas como víctimas equiparables del terrorismo”, por lo que pide una reunión a la que acuda también la Asociación del 3 de marzo. En dicha misiva, fechada ayer mismo, traslada que Vitoria “sigue volcada con estos muertos” a los que Urtaran considera “responsabilidad del Estado”, al ser la Policía Armada la autora de los disparos”. E insta al presidente del Gobierno a que siga el ejemplo de David Cameron, cuando en 2010 pidió perdón por los 14 muertos del Bloody Sunday (Domingo Sangriento), de Derry (Irlanda del Norte). “Pese a los diversos reconocimientos que se hace a los fallecidos, sus familiares continúan con un sentimiento de olvido y de desamparo”, censura Urtaran.
Como ya es habitual, todos los actos en memoria de los fallecidos se desarrollaron frente a la iglesia donde tuvieron lugar los asesinatos, empapelada con los rostros a gran escala de los cinco obreros. Éste fue el caso de la multitudinaria manifestación que partió a las 19.00 horas de Vicente Manterola, donde media hora antes había tenido lugar el acto conmemorativo de los sindicatos ELA, LAB, ESK y Steilas, en el que no faltó un emotivo aurresku en pareja.
Bajo el lema Contra la impunidad, justicia, y escoltada por seis furgones policiales, salía esta protesta secundada por más de un millar de personas, rumbo a la Virgen Blanca en la tradicional marcha de recuerdo que transcurrió de forma pacífica, con un silencio sólo roto por proclamas, como “3 de marzo, no olvidamos”, con un recorrido similar al de los funerales de 1976 por los cinco obreros muertos, cuando la comitiva salió de la Catedral Nueva para acabar en el barrio de Zaramaga.
Ofrendas en el monolito Durante todo el día el monolito en memoria de los asesinados fue testigo de los diversos homenajes y ofrendas florales que allí se sucedieron. El primero de ellos tuvo lugar a las 11.00 horas mediante el tributo de CCOO (uno de los sindicatos junto a UGT al que pertenecían los fallecidos). Una hora después, una cadena humana, convocada por LAB, llegaba a esa misma plaza, donde también al mediodía EH Bildu rendía tributo a las víctimas, con un acto político en el que intervenía Arnaldo Otegi. El líder de Sortu afirmó desde Zaramaga que los fallecidos son “ejemplo de lucha“. De ahí que EH Bildu aprovechara para reclamar “verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición para las víctimas de aquel 3 de marzo a las que una vez más, se les ha cerrado las puertas de los tribunales españoles”.
También el PSE realizó su acto de homenaje en el espacio de Zaramaga que acoge la escultura en recuerdo de los obreros. La secretaria general del PSOE vasco, Idoia Mendia, junto con la responsable de los socialistas alaveses, Cristina González, y la edil Estíbaliz Canto realizaban una ofrenda floral. No en vano, la secretaria general del PSE-EE fue la impulsora, en su época de consejera de Justicia, del decreto que reconoce a las víctimas del 3 de marzo y del primer homenaje del Gobierno Vasco, en 2012. “Estamos obligados a recordar lo sucedido porque las víctimas merecen que se conozca la verdad”, recordó Mendia. Asimismo, desde el Parlamento Vasco el lehendakari, Iñigo Urkullu, subrayó que el apoyo del Gobierno Vasco al 3 de marzo “es patente y ha sido y es permanente” y recordó que Martxoak 3 recibió el Renné Cassin de Derechos Humanos otorgado por el propio ejecutivo vasco, tras la pregunta de Miren Larrion (EH Bildu), por los pasos hechos al respecto.
Los cinco fallecidos. Tal día como ayer perdieron su vida hace 41 años los obreros Pedro María Martínez (27 años) y Francisco Aznar Clemente (17 años), quienes fallecieron en el acto; Romualdo Barroso (de 19 años); José Castillo (32 años) y Bienvenido Pereda (30 años) lo hicieron más tarde por la gravedad de las heridas. La manifestación de ayer la encabezaban las fotos de los fallecidos y las letras de la palabra ‘justicia’.
Los actos de hoy. A las 13.00 horas, acto por parte de EH Bildu en Alegría-Dulantzi. A las 12.00 horas en Madrid, en el encuentro ‘Ciudades por la Justicia y la Memoria’, se proyectará el documental ‘Llach, La Revolta Permanent’, con un coloquio posterior en el que intervendrá el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran; Jaume Roures, productor del documental; Andoni Txasko, portavoz de Martxoak 3; y Lluís Llach.
El alcalde de Vitoria hace esta petición a Rajoy en una carta que, según anunció ayer, ha enviado con el objeto de solicitarle una reunión con Martxoak 3.
La secretaria general de los socialistas vascos realizó una ofrenda floral en el monolito, acompañada de compañeras de partido, como Cristina González y Estíbaliz Canto.
El líder de Sortu afirmó desde Zaramaga que los fallecidos son un ejemplo de lucha.