vitoria ? Las cosas de palacio, van despacio, dice el refranero. Una demora que también se aplica a media docena de inmuebles de origen noble del Casco Viejo gasteiztarra. Un rico patrimonio inmobiliario con mucho pasado, pero con apenas futuro, dado que llevan años sin ser utilizados. Ello ha hecho que el estado de deterioro de alguno de ellos empiece a ser monumental. Sin ir más lejos, en la comisión de mañana mismo sobre Urbanismo, los grupos municipales de EH Bildu y Podemos pedirán más información sobre el palacio renacentista Álava-Esquível (Herrería 24-26, con Zapatería: s/n). Cabe recordar que como avanzó este diario, vecinos de Herrería se quejan del estado de este inmueble, que fue refugio del rey Francisco I de Francia y el Duque de Wellington.

Pese a las buenas intenciones expresadas por su actual dueño, el Consistorio de Tánger, nada se sabe desde que el pasado mes de junio anunciara su intención de acometer obras menores de urgencia, como paso previo a un futuro proyecto de rehabilitación integral. Sin noticias de esas actuaciones, los vecinos recurrieron al Ararteko para reclamar una solución. La pelota ahora está en el tejado de la Diputación, para que sea esta institución la que exija al propietario que ejecute un plan de rehabilitación para el Álava-Esquível, catalogado y calificado como Bien Cultural.

Tampoco hace falta irse muy lejos de la calle Herrería para comprobar que a la altura de los números 30 y 32, se encuentra otro edificio olvidado por Vitoria: la casa palacio Ruiz de Vergara y Álava (de 1521). Lleva años también cerrada, pero está mejor conservada, ya que en su cubierta e interior se realizaron obras importantes. En especial, desde que la institución foral adquiriera este inmueble en 2002 por un periodo de 99 años y su restauración comenzara a finales de septiembre de 2007. La idea era que el edificio acogiera las oficinas de la sociedad Arabarri o incluso de Bienestar Social, pero el coste del mantenimiento y el servicio era elevado, por lo que actualmente sigue vacío. Pese a ello, la Diputación es consciente de que hay que darle utilidad y ahora está otra vez “dando una vuelta a darle un uso”, que, como explican fuentes forales, sería la sede de alguna oficina foral, aun sin especificar.

En Zapatería, a la altura del número 101, pasa invisible para la ciudad otro palacio, el de los Álava-Velasco, junto al centro cívico de Aldabe, de finales del siglo XVII. Fue erigido por Francisco Carlos de Álava-Arista y sus anteriores propietarios fueron los Velasco, herederos del fundador. Allá por noviembre de 2006 un grupo inversor lo adquirió por unos 1,8 millones de euros con objeto de reformarlo y convertirlo en un hotel con encanto. Su emplazamiento, en la esquina norte de la almendra, cerca de la catedral Santa María y el Portalón, de fácil acceso en coche desde Portal Arriaga, junto a su gran jardín, animaron entonces a sus inversores para un uso hotelero. Una década después, el inmueble continúa sin ninguna actividad, a excepción del tapiado de ventanas y accesos para evitar la entrada de ocupas. ¿Las razones? Un fuerte desembolso para su restauración y que al estar catalogado como de protección integral, se impide realizar cualquier modificación de la fachada o de sus elementos estructurales.

En la Correría, frente al ascensor panorámico, está la casa Maturana-Verástegui. El Ayuntamiento se hizo con este palacio de mediados del siglo XVI en 2004 sin tener que pagar dinero en metálico. Permutó la casona por tres parcelas, de 3.000 metros cuadrados, junto a Mendizorroza. La idea era convertirlo en el proyecto Zain, el centro vasco de investigación del patrimonio. Para ello, la Diputación y el Consistorio reservarían en sus presupuestos de 2008 el restante dinero para la rehabilitación de la casona. De momento, sigue cerrada.

Lo mismo le pasa a la casa armera de los Gobeo y Landazuri-Guevara (Correría, 116-Chiquita, 22). La última función que se le quiso dar a este inmueble, que data de finales del siglo XVI y principios del XVII, se remonta a cuando el Ayuntamiento negociaba su cesión con el propietario, Kutxabank, para convertirlo en el Museo del Vino o el futuro Centro de Conocimiento y Divulgación de la Pelota Vasca. Cabe recordar que este palacete también fue famoso por acoger hace unos años el Museo de la Arqueología de Álava. Por lo menos, ha tenido diversas actuaciones: restauración en 1964 y reforma en 1982.

futuros proyectos En la calle Santa María, a la altura del número 11, se encuentra otra gran olvidada, la casa Echanove. Este inmueble construido en 1886, siendo su propietario el ingeniero Manuel Echanove y Goñi, también está vacío. Lo adquirió el Ayuntamiento en 1979. Y, desde entonces, ha sido sede de la Escuela Universitaria de Trabajo Social, inaugurada en 1985. Posteriormente, se estableció en ella el Centro de Diseño del Consistorio y el departamento de Cultura, durante las obras de Villa Suso. El último proyecto que sobrevuela sobre él es convertirse en la futura sede de Emakumeen Etxea.

Por último, el Escoriaza-Esquível (Fray Zacarías Martínez, 7). Es el ejemplo mejor conservado en la ciudad de un palacio del Renacimiento y su interior esconde un espectacular patio cuadrado de doble arquería. Es otro de los edificios del Casco Viejo del que más se habla últimamente, al plantear el Ayuntamiento levantar el Gasteiz Antzokia, la llamada casa del euskera. El primer paso sería la construcción del Gasteizko Kafe Antzokia en el primero de los espacios (en la manzana Escoriaza-Esquível), que incluye frontón, el antiguo hospedaje y el jardín. La segunda fase incluiría la reubicación de la nueva sede de Oihaneder en el Escoriaza-Esquível. l