Vitoria. El lehendakari, Iñigo Urkullu, acompañado por el consejero de Salud, Jon Darpón, ha visitado hoy estas dos unidades que iniciaron su andadura como experiencia piloto en febrero de 2016, en el caso de la de cuidados paliativos, y en mayo del pasado año, en la de crónicos, y ambas, con un total de 30 camas, se encuentran a pleno rendimiento desde el pasado mes de diciembre.
La puesta en marcha de las dos unidades forman parte de la estrategia del Plan de Cuidados Paliativos de Euskadi 2020 que, como ha destacado Urkullu en una intervención ante los medios de comunicación, tiene como fin garantizar estos cuidados en todos los niveles asistenciales.
Urkullu ha subrayado que estos dos nuevos servicios del hospital de Santiago permiten además evitar los desplazamientos de los pacientes crónicos y de sus familias hasta el hospital de Leza, situado en el término municipal alavés de Laguardia.
"Son servicios orientados a dar respuesta al incremento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población", ha incidido el lehendakari.
Ha recordado que en Álava la esperanza de vida supera los 87 años para las mujeres y los 80 para los hombres, y ha constatado que la proyección demográfica indica que en 2026 habrá cerca de 80.000 alaveses mayores de 65 años, de los que 25.000 superarán los 80.
Urkullu ha explicado que la unidad de cuidados paliativos proporciona los tratamientos más idóneos a personas con una enfermedad avanzada y grave cuando la curación no es posible y se precisa conseguir el máximo bienestar.
Así, ha indicado, se asegura una atención integrada "que promueve la autonomía del paciente, la información, el asesoramiento en la realización del documento de voluntades anticipadas y la elaboración de un plan de cuidados al final de la vida".
En la unidad de enfermedades crónicas se tienen en cuenta no solo las dolencias crónicas, sino también otros condicionantes como la edad, el estado de fragilidad, la diversidad funcional, la dependencia, el deterioro cognitivo y la problemática social.
De lo que se trata, según el Departamento de Salud, es de implementar planes de cuidados individualizados para cada paciente, con una atención conformada por equipos multidisciplinares.
La unidad está dirigida principalmente a la atención de ancianos frágiles con o sin patología crónica evolucionada, a pacientes con pluripatología, con riesgo de deterioro funcional, con demencia y a los que se encuentran en períodos de final de la vida.