vitoria - Recurrir a los tribunales europeos en caso de una eventual reapertura de Garoña. Es la medida que hace unos días anunció el PSE-EE de Álava y a la que ayer se sumó la Diputación ante el “incumplimiento” de la Directiva Europea 2009/71, que establece un marco normativo en materia para la seguridad de las instalaciones de seguridad nuclear. No en vano, tal y como explicó ayer el diputado general, Ramiro González, “no descartamos tomar medidas para denunciar ante las instituciones europeas que la decisión de reabrir la planta nuclear se toma de espaldas a Álava y con absoluto oscurantismo”. Máxime, recordó el diputado general, cuando el Pleno de hoy del CSN tiene entre sus órdenes del día la “toma de decisión” respecto a la solicitud de renovación de la central nuclear solicitada por Nuclenor; una planta enclavada en Burgos, pero a unos 40 kilómetros de Vitoria.
Para González, en caso de que se diera el visto bueno para prorrogar su explotación, el CSN “aceleraría los plazos previstos para aprobar el informe” de una nueva vida de Garoña, planteado por Nuclenor, titular de la planta, para que ésta opere hasta 2031, cuando llegue a los sesenta años de edad. Unas “prisas de última hora” del CSN que “ahondan” la impresión del diputado general de que se trata de “un proceso que obedece a una estrategia política”. En especial, por “un oscurantismo”, en el que se basará la queja foral de elevarse a los tribunales europeos, al demostrarse que “no hay voluntad política de mantener transparencia en este proceso”. De ahí que en estos momentos, “la Diputación de Álava estudie qué vías y a qué nivel se puede denunciar para analizar todas las posibilidades”.
En este sentido, el diputado general quiso recordar la existencia de dicha Directiva Europea, la 2009/71, que establece un marco comunitario para la seguridad de las instalaciones nucleares. Según precisó, dicha norma obliga a los estados miembros a poner a disposición del público en general la información relativa a la seguridad nuclear y a informar a la Comisión Europea de las inversiones necesarias para que la central vuelva a estar operativa. Dos preceptos, que a su juicio, se incumplen. “No respeta los requisitos de la Directiva ni el de que la Comisión Europea haya recibido los posibles planes de inversión que necesita. Por eso, precisamente el lunes Izaskun Bilbao (eurodiputada jeltzale) solicitó saber si Bruselas ha recibido datos de Garoña porque es obligado comunicarlos”, detalló González, para quien “si hay un territorio afectado por la reapertura de la planta es Álava y, por tanto, es su obligación hacer cuanto esté en su mano para impedir su reapertura”.
Sin noticias de madrid Para González, dado que Álava es “una parte interesada en el proceso”, es a la Administración a la que le corresponde comunicar todas esas inversiones necesarias y “no a Nuclenor”. Por tanto, es también al Gobierno de Rajoy al que el diputado general echa en cara toda esa falta de información respecto al estado del proceso de renovación del permiso a Garoña. “No hemos tenido ningún contacto por su parte ni noticias de la entrevista que en su día solicitamos con José Manuel Soria” (en calidad de ministro de Energía), denunció.
Pese a ello, Álava volvió a trasladar a Madrid su preocupación en cuanto a la reapertura de la central, llamada de “las mil grietas”. Como confesó González que “la cuestión de Garoña se ha puesto encima de la mesa con Rajoy” en el momento de negociación presupuestaria con el PP. Si bien, ésta, según aclaró, se planteó “como cuestión, no condición”, de manera que la renovación de la planta no parece ser una de las líneas rojas para la negociación en Madrid.
Cabe recordar que el anuncio de la Diputación de Álava de recurrir a Europa si Garoña reabre se suma al que el pasado jueves hizo el PSE-EE alavés, que también comunicó que llevaría a las instituciones europeas una eventual reapertura de la central por sus “problemas de seguridad”, y por carecer de una evaluación de impacto medioambiental. Los socialistas aseguraron entonces que agotarán todas las vías disponibles, después de que el Pleno del CSN recibiera el día 25 el expediente de solicitud de renovación de Garoña.
Renovación de la central. El pasado día 25 de enero, el Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) recibió el expediente de solicitud de renovación de la planta de Garoña. Hoy, el CSN tiene en su orden del día la “toma de decisión” que puede llevar a prorrogar la vida de la planta nuclear hasta el año 2031.
Recurrir a Europa. El pasado 25 de enero, los socialistas alaveses anunciaron que se plantean recurrir a Europa si se reabre Garoña. Lo harán por “problemas de seguridad” y por carecer de una evaluación de su impacto ambiental. Ayer, la Diputación anunció lo propio ante el incumplimiento de la Directiva Europea 2009/71.
El diputado general del territorio afirma que el proceso de reanudar la vida de Garoña se hace, además, “con absoluto oscurantismo”.
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Años de edad. Son los que tendrá la planta burgalesa de Santa María de Garoña en caso de que el CSN apruebe la solicitud de renovación de la explotación de esta central nuclear hasta 2031, ya que comenzó a operar en 1971.