VITORIA - La Plataforma por los Derechos Sociales salió ayer al paso para expresar su “preocupación” ante la situación de “polarización y enfrentamiento” vividos en Abetxuko en las últimas semanas con el conflicto de la familia Manzanares Cortés y hasta su definitiva instalación tras lograr el alquiler de un inmueble en el popular barrio vitoriano. La situación creada no es un “problema de convivencia de un barrio” sino que implica e interpela a toda la ciudad como un “problema de convivencia y es una situación a abordar en el plano de ciudad”, remarcaron ayer en su comparecencia en el Ayuntamiento.
En su opinión, a la hora de llegar a esta situación en la capital alavesa han encontrado dos elementos que han llegado a condicionar la situación y sobre los que se debe “incardinar las opiniones y la línea de actuación hacia ellos”. En primer lugar, situaron el “inaceptable tratamiento” del tema recibido por parte de algunos medios de comunicación “tendentes al amarillismo”, con el objetivo claro de “echar más leña al fuego y de enredar cada vez más la situación”, afirman. El segundo foco lo situaron en la “inacción programada” del Ayuntamiento de Vitoria, así como del resto de entidades que deberían de estas “implicadas”. Criticaron que todas ellas “no tienen ningún modelo de solución a este tipo de situación y eluden sus responsabilidades” dejando a familia, barrios y pueblos en situaciones “muy complejas y abocados a enfrentarse entre ellos”.
En este sentido, la concejal de Políticas Sociales, Nerea Melgosa, solicitó “poder trabajar con discreción” en este asunto como “mejor seña de identidad” del departamento que ella tiene bajo su mando. Rememoró cómo en anteriores situaciones, en alusión a la apertura de una mezquita de Mariturri, ese mismo trabajo discreto les llevó al éxito y conscientes también de que ésa será la fórmula a seguir en este asunto. La plataforma exigió, para encauzar este problema, “recuperar el servicio de Mediación” que existió hasta el año 2011 y se eliminó a consecuencia de los recortes achacados a la crisis. También que el elkargune de Convivencia tenga incidencia activa en este tipo de casos. - DNA / Foto: J. Muñoz