Vitoria. Ésta es la principal conclusión de la asamblea que este grupo celebró ayer y que hoy ha dado a conocer en rueda de prensa su portavoz en el Ayuntamiento, Miren Larrion.

La edil ha afirmado que "en ningún caso" su grupo va a abrir negociaciones con el alcalde, Gorka Urtaran, y ha descartado que esta posición "de máximos" sea una excusa para una "negociación más exigente".

Larrion ha asegurado que EH Bildu, que el año pasado votó a favor del presupuesto, "ha cumplido todos sus compromisos" y ha acusado al alcalde de "quebrar su confianza" con sus incumplimientos.En este punto ha recordado que las partidas que su grupo introdujo para apoyar el presupuesto de 2016 "apenas llegan al 7 %" de ejecución.

Este hecho se suma a la "falta de garantías" que el alcalde les ha ofrecido sobre las cuentas del próximo año y que, para EH Bildu, pasan por que la formación abertzale entre a formar parte de la Junta de Gobierno Local (PNV-PSE), algo que Urtaran siempre ha condicionado a formar parte del equipo de gobierno municipal.

Para EH Bildu, el alcalde no quiere negociar los presupuestos con ellos porque "si fuera así habría cumplido sus acuerdos y habría puesto garantías sobre la mesa".

Entre los proyectos introducidos por EH Bildu al presupuesto de 2016 y que se han quedado sin ejecutar, este grupo ha enumerado el centro integral contra la violencia hacia las mujeres, infraestructuras para garantizar la soberanía alimentaria, ayudas a la reconversión de empresas en cooperativas, medidas de dinamización del comercio local o créditos de compromiso para energías renovables.

Además, EH Bildu ha criticado el proyecto de cuentas para 2017 porque "no incluye" ninguno de los acuerdos de cambio alcanzados con ellos para 2016 y "se parece al de 2015 con algún proyecto constructivo más".

Ha puntualizado que su rechazo a las cuentas de 2017 "no es una postura radical en contra de todo ni para toda la legislatura" sino que limitada al presupuesto de 2017 y ha anunciado seguirán planteando propuestas para cambiar el modelo.

El rechazo de EH Bildu se produce dos semanas antes de que concluya, el próximo 3 de enero, el plazo de presentación de enmiendas al presupuesto, que será votado en pleno de manera provisional el 27 de enero y de forma definitiva un mes más tarde.