VITORIA. Podemos no ha tenido acceso al proyecto de cuentas hasta que ha comenzado la comisión de Hacienda convocada para la presentación del borrador, sin margen alguno para analizar con calma números y partidas.

El gobierno municipal llama al consenso a la vez que cierra todas las puertas. Y además, como ya sucedió con el BRT periférico, adelanta de nuevo información a medios con la única intención de comprar titulares. Se trata de una falta de respeto a los integrantes de esta Corporación y a la ciudadanía a la que representamos. Un portazo a la negociación. Así es inviable trabajar.

Podemos ha echado en falta en la presentación del proyecto presupuestario de 2017 un balance de las cuentas de este año. Dábamos por descontado que el gobierno nos diría qué ha hecho con las herramientas que le dimos. Ha pasado por alto la oportunidad porque, a falta de un mes para que termine 2016, las partidas incorporadas por la oposición para construir una Vitoria más social, más cercana a la ciudadanía, no se han ejecutado. Tampoco se han materializado otras que vuelven a ponerse en la mesa como si fueran nuevas, caso de los centros socioculturales de mayores, Gasteiz Antzokia, los campos de fútbol? Un copia-pega que nos hace perder la credibilidad en este gobierno.

Reconocemos que el incremento del Fofel es una buena noticia, así como el aumento del canon de capitalidad. También aplaudimos que las cuentas tengan una mayor capacidad inversora. El problema es que los proyectos que copan las inversiones están impuestos desde el Gobierno Vasco, caso del tranvía y del BRT, no tienen en cuenta la participación ciudadana ni dejan margen al Ayuntamiento para decidir cuáles son las verdaderas prioridades de Vitoria, tanto en movilidad como en otras materias.

Podemos ha echado de menos durante la presentación del proyecto presupuestario la falta de mención a actuaciones relacionadas con la pobreza energética. El gobierno municipal no ha hablado de los viejos barrios donde se pasa frío, más allá de un proyecto, el de Coronación, que empieza a sonar a deja-vú sin que se produzcan avances significativos. La formación morada considera fundamental incidir con mucha más ambición en la rehabilitación, puesto que se trata de una política transversal con beneficios sociales, medioambientales y económicos. Es preciso impulsar proyectos en este ámbito para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores, crear nuevos nichos de mercado para personas desempleadas, frenar la desertización, dotar de más atractivo estas zonas de la ciudad y, por tanto, impulsar la actividad comercial.

Hay que apostar de verdad por los llamados barrios de oro, pero también hay que impulsar los equipamientos en los nuevos barrios. El gobierno municipal ha vuelto a olvidarse de Salburua y Zabalgana en la presentación del proyecto presupuestario. Tampoco ha mencionado la necesidad de impulsar y facilitar obras de accesibilidad en el entorno urbano, en los edificios municipales y en las viviendas. Toda su atención está centrada en satisfacer los deseos del Gobierno Vasco, en materializar al menos un hito urbanístico esta legislatura mientras arrastra partidas que desde la formación morada consideramos vitales para garantizar el bienestar de la ciudadanía.