El penúltimo Pleno del año en el Ayuntamiento de Vitoria se desarrolló con la gran novedad en el guión al inaugurar el salón por vez primera las intervenciones del turno popular. Los diferentes colectivos de la ciudad ya tienen abierto, de una manera directa y sin la tutela de los diferentes grupos políticos, el canal para poder acceder el mismísimo interior del salón de pleno y situarse frente a toda la Corporación. Allí van a poder expresarse y plantear sus quejas o reivindicaciones sobre los más variados temas. Le correspondió el honor a la Asociación Zazpigarren Alaba y a su portavoz, Guillermo Perea, que centró su exposición en los posibles usos alternativos al antiguo edificio de la estación de autobuses de Los Herrán, reconvertido ahora a zona infantil cubierta y a resguardo de las inclemencias meteorológicas. Había curiosidad en el ambiente y cierto aire de incógnita antes de dar comienzo a la sesión sobre la manera en que se iban a articular y suceder las intervenciones por parte de los representantes populares y los grupos municipales. Al final, la dinámica fue la misma que se lleva a cabo en cualquier Pleno del año. Presentó su posición el colectivo vecinal, solicitando la realización de una consulta popular para tratar de convertir la antigua terminal en un centro socio cultural que preste servicio a los residentes. Se enzarzaron políticos y el representante vecinal en una ágil sucesión de respetuosas intervenciones para delimitar sus posicionamientos. Al final fue un punto en el orden del día en el que el pleno transcurrió como si hubiera siete fuerzas políticas, en lugar de las seis habituales que disponen de sus asientos logrados en la cita electoral de 2013.

aguirre en el recuerdo La sesión vino marcada por el recuerdo a las mujeres tanto en el inicio como en el final. Tras un respetuoso minuto de silencio arrancó el Pleno el alcalde, Gorka Urtaran, con la lectura de la declaración institucional en el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres. Fue también el estreno del popular Gustavo Antépara que contempló desde su sillón las más de cinco horas de sesión. No fueron todas seguidas debido al receso, entre 11.45 y 12.15, para acudir a la concentración silenciosa en la escalinata de la Diputación. Terminada la tensión de las discusiones, los ediles mostraron su lado más humano al reconocer y honrar a la desaparecida María Jesús Aguirre que llevó al punto de la lágrima a su hijo, Gorka Urtaran.