amurrio - Derecho al agua es el eje central de una iniciativa que se celebrará en la casa de cultura de Amurrio el próximo jueves de la mano de la Asociación de Amigos de la Republica Árabe Saharaui Democrática de Vitoria-Gasteiz. La jornada se compone de un taller de manualidades a las 18.00 horas y de un teatro a las 19.30, a cargo del grupo Pez Limbo, a través de los que se pretende dar a conocer la realidad de la población refugiada en los campamentos.
De hecho, en la cita se abordará el conflicto del Sáhara Occidental con diferentes metodologías, junto con el acompañamiento de una persona saharaui que ha crecido en los campamentos y que en la actualidad reside en Euskadi, como parte de la diáspora saharaui.
La herramienta metodológica que se utilizará para el taller será el recortable que narra las aventuras de Elmaa y Ura (agua en hassania y euskera). Según transcurre la historia, Ura se da cuenta de cómo es la vida en un lugar en el que el agua es un bien preciado por escaso e imprescindible para la supervivencia. Además, se denuncia el mal uso del agua que se hace en la inmensa mayoría de los países del Norte, y se ponen sobre la mesa las problemáticas que rodean al recurso hídrico, así como las tendencias mundiales a la privatización, limitando un derecho que es universal y al que todas las personas deberían tener acceso, junto con las prácticas destructivas de nuestro sistema que contaminan las aguas.
Después del taller, que se basará en el citado recortable con un enfoque de derechos, se reflexionará sobre el derecho al agua mediante una función teatral de unos 40 minutos, a cargo de la compañía de teatro Pez Limbo. Y es que si el disfrute del derecho al agua es fundamental para alcanzar un nivel de vida adecuado, más lo es aún en un contexto tan inhóspito como el desierto del Sáhara.
En este sentido, con la iniciativa que acogerá el jueves la casa de cultura de Amurrio, se pretende dar a conocer la realidad que vive la población saharaui en los campamentos, donde las familias almacenan este recurso en depósitos de acero galvanizado que, con el tiempo, se han ido oxidando afectando a la salubridad del agua.
A ello hay que sumar que la población saharaui refugiada sufre la crisis económica en toda su crudeza, por lo que la gran mayoría no dispone de los medios necesarios para renovar estos depósitos. Así, se pretende dotar a 2.325 mujeres cabeza de familia con depósitos nuevos con su correspondiente base soporte.
No en vano, en los campamentos el papel de las mujeres es fundamental en la gestión comunitaria del agua. Un primer paso en el proceso de fortalecimiento de la organización del reparto de agua es la realización de un análisis exhaustivo del funcionamiento de los comités de agua, conformados exclusivamente por mujeres.