No acabaron a porrazo limpio, pero sí que hubo ayer controversia en el Pleno del Ayuntamiento de Vitoria, como ya vaticinó el concejal de Irabazi, Óscar Fernández, en la presentación de la moción de su grupo para retirar las porras extensibles de la Policía Local. No en vano, su formación pretendía repetir en Vitoria la iniciativa aprobada recientemente en Pamplona para eliminar del kit de los agentes este instrumento por “dar mala imagen al cuerpo municipal”, alegan. “Es una postura valiente la de pasar de un modelo militarizado de la Policía Local a uno de cercanía, como ya han hecho en Pamplona”. Con este alegato, Fernández intentó convencer sin demasiado éxito así al resto de la oposición para quitar las porras a los agentes, máxime, “cuando un policía de paisano usó una de manera indiscriminada en un reciente desahucio en Zabalgana, agrediendo a ciudadanos”. PNV, PP y PSE rechazaron la moción.
Y, de hecho, lo hicieron de inmediato porque el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Zapatero, zanjó el debate a las primeras de cambio. “No estoy de acuerdo con que estamos ante un modelo militarizado de Policía Local, así que votaré en contra tanto del estudio del uso de las porras, como de su retirada”, adelantó antes de alzar la mano. Un rechazo al que también se sumó su socio de gobierno, el PNV. “Ningún elemento usado por la Policía es bien visto”, afirmó el edil Iñaki Prusilla. En la misma línea se pronunció el PP. “Los agentes nos han hecho llegar su preocupación por la retirada de las porras porque, además de para antidisturbios, también la usan para romper ventanas de vehículos con gente atrapada”, alegó el popular Alfredo Iturricha para justificar su voto en contra. Así que, Irabazi sólo contó con el respaldo de EH Bildu y Podemos, que consideran “cuaternario” el uso de las porras.