Vitoria - Confiesa que dos son sus preocupaciones fundamentales de cara a lo que le resta de mandato: una, dejar el Ayuntamiento en mejor situación económica de la que se lo encontró. Otra, las personas, la situación de desempleo que sufren las familias, para lo que el Ayuntamiento tiene la obligación de poner las herramientas que están a su alcance para que los parados se puedan incorporar al mercado de trabajo. No es momento de obras faraónicas ni pirámides. Gorka Urtaran no quiere dejar como alcalde un legado de auditorios sino que cuando acabe la legislatura, los ciudadanos digan que viven mejor, que los servicios municipales dan respuesta a sus necesidades, que hay más empleo y más actividad comercial y económica en la ciudad, que hay más transporte público, que Gasteiz está, en definitiva, más viva. “Quiero que todos tengamos mejor calidad de vida”.
Aventura que 2017 va a ser el año de Vitoria. ¿Por qué?
-Porque durante este año se han hecho cosas importantes, pero en 2017 se va a materializar la acción del gobierno, se va a visibilizar en la calle.
Por partes. ¿Veremos circular autobuses exprés y eléctricos BRT por las calles de Vitoria?
-Autobuses BRT... no lo sé, pero sí que veremos renovada la flota de Tuvisa con diez nuevos vehículos, por ejemplo. También cómo se licitan y empiezan las obras del proyecto Bost Enparantza gracias al que se va a reformar un corredor que abarca cinco plazas del centro, desde Lehendakari Leizaola hasta la Virgen Blanca. E igualmente las obras de ampliación del tranvía con un nuevo ramal Sur y la puesta en marcha de las primeras reformas en las calles y plazas de Coronación. Además, en materia de participación ciudadana se dará un significativo paso adelante con la iniciativa Mejora Gasteiz, que me parece apasionante, tanto en cuanto que permite a los ciudadanos presentar un proyecto, que los vecinos se lo voten y que el Ayuntamiento lo ejecute.
A la hora de la verdad parece que muy poca gente se está implicando en las votaciones.
-Bueno, vamos a esperar porque precisamente hoy es el último día para votar; es un proyecto novedoso y ningún comienzo fue fácil ni sencillo. Aun así, tengo que poner en valor la participación de la ciudadanía, ya que se presentaron al Ayuntamiento más de 200 proyectos, de los que 67 pasaron el visto bueno de los técnicos. Son iniciativas en las que han participado muchas personas de todas las edades.
La alta participación a la hora de presentar proyectos está clara, pero la implicación del resto de gasteiztarras va flojilla.
-Bueno, todavía es pronto para poder realizar una conclusión, y también es cierto que es el primer año. No nos podemos poner unas metas muy elevadas hasta que los vecinos vayan cogiendo la dinámica, pero estoy seguro de que si el año que viene los ciudadanos perciben que esta iniciativa ha servido para que se tenga en cuenta su opinión, la participación será mayor año tras año.
Hablando de participación, ¿se plantea modificar el reglamento para que las mociones de Pleno sean de obligado cumplimiento y no queden en papel mojado?
-No, porque las mociones son así, equivalentes a las proposiciones no de ley de los parlamentos. Ya existen otras figuras que son vinculantes, por ejemplo, la que impulsamos la legislatura pasada para elevar al Tribunal de Cuentas toda la investigación sobre el caso San Antonio. Las mociones sirven para plantear una reflexión dentro del Pleno, para posicionarse sobre diferentes cuestiones y, hombre, nuestra voluntad es que se cumplan al menos aquellas que respalda el gobierno. No obstante, tengo que decir que una cosa es predicar y otra dar trigo. Una cosa es aprobar que Vitoria va a ser una ciudad libre de desahucios y otra que simplemente porque 27 concejales lo hayan decidido así, el resto de agentes sociales y económicos de la ciudad vaya a cumplir.
Hay ocasiones en las que un alcalde no puede ni aun queriendo.
-Evidentemente. Las limitaciones son las que son.
No en el caso de las consultas populares, que sí obligan. ¿Presentará su gobierno la primera propuesta de referendum para dar ejemplo?
-Vamos a ver, porque el proceso de consultas populares es largo y requiere su tiempo. Además, no soy partidario de celebrar consultas por celebrar, sólo cuando haya una cuestión que suscite la suficiente polémica en Vitoria y sea estratégica para el devenir de la ciudad.
Y descartada la pregunta sobre toros sí, toros no, ¿la hay?
-Veremos. No lo descarto, pero tampoco es un tema prioritario. Para plantear una consulta popular hay que atinar muy bien con el tema, sobre todo en un primer momento; de lo contrario, puede llegar a ser contraproducente. Respecto a los toros ya no nos da tiempo, así que lo que haremos es sacar de nuevo a concurso la plaza, lo que incluye hacerse cargo de la feria taurina, Eso sí, con una condición: que no le cueste un euro al Ayuntamiento. Ya veremos lo que ocurre.
Consultas populares sí, pero no para cualquier cosa.
-No para cualquier cosa ni todos los días.
Ha mencionado el caso en San Antonio. Novedades...
-No, de momento se ha constituido la sala formada por los tres consejeros que tienen que redactar el informe final con una sentencia ya firme en uno u otro sentido. Y las opiniones son muy claras: se actuó con absoluta negligencia. De hecho, lo viene a decir la propia sentencia de la consejera María Antonia Lozano, ahora bien, ya sabemos que los plazos en la Justicia son largos... No sabemos cuándo se dictará sentencia, pero no puede tardar mucho.
Deja entrever que la sentencia penalizará a los exalcaldes Alfonso Alonso y Javier Maroto.
-Lo desconozco, pero sí se nos ha trasladado que es un caso de libro, de malversación de los fondos públicos y esto es muy grave. Si se confirma esta sentencia, pienso que tanto Javier Maroto como Alfonso Alonso quedarían inhabilitados para actuar en política, ya que no tendrían la legitimidad suficiente para impulsar esa nueva forma de hacer política basada en la transparencia, la honestidad y, por supuesto, evitar casos como el del alquiler de los locales de la calle San Antonio.
Avancemos hasta 2017, “el año de Vitoria”. Tras años de espera, supongo que veremos alumbrar el Gasteiz Antzokia.
-Sí, francamente creo que tenemos una gran oportunidad y por eso aprovecho para enviar un aviso a los euskaltzales de Gasteiz.
Sí, porque no parecen muy conformes con la ubicación escogida por el Ayuntamiento.
-Repito, tenemos una oportunidad fantástica porque este gobierno va en serio con el Antzokia, no va de farol.
¿El anterior sí iba de farol?
-A los hechos me remito... Volver ahora al debate de dónde situar el Gasteiz Antzokia nos llevaría otros dos años y eso significa que perdemos la legislatura, lo tengo muy claro. Además, valoro enormemente el trabajo realizado por la Fundación Catedral de Santa María que ha determinado que la mejor ubicación es la manzana de Escoriaza-Esquível, aprovechando el frontón, así que el único miedo que pueden tener está subsanado porque no se va a aprobar ningún proyecto que no contemple un espacio versátil para los vecinos del barrio. Entonces, ¿dónde está el problema si el auzolana se va a poder seguir desarrollando como hasta ahora? Si no arrimamos todos el hombro, puede que el Antzokia no vea la luz, pero no será entonces por culpa de este gobierno.
¿También será el año del desalojado y posterior derribo del barrio de Errekaleor.
-Tomar esa decisión le corresponde al consejo de administración de Ensanche 21. De momento, lo que hemos hecho desde el gobierno es trasladar una oferta de diálogo al colectivo Errekaleor Bizirik, le hemos propuesto una alternativa de realojo y su respuesta ha sido “no”; no será porque no hemos intentado llegar a un acuerdo... En cualquier caso, espero que se imponga la cordura y, finalmente, dialoguen y acuerden una salida con el Ayuntamiento.
Zabalgana es el barrio con peor transporte público y no se prevén grandes mejoras en 2017.
-Estamos definiendo la línea de tranvía que podría llegar a Zabalgana, la transformación de la línea Periférica en BRT y pequeñas mejoras en las actuales líneas de Tuvisa.
No para 2017. ¿Al menos puede anunciar a los vecinos que estrenarán los nuevos autobuses?
-Sí, claro, evidentemente. Puesto que son autobuses articulados, de 18 metros de longitud, se destinarán a las líneas con más usuarios, que son la Periférica y aquellas que dan servicio a Salburua y Zabalgana.
Uno de los ejes sobre los que pivota su política es la convivencia. Una convivencia que parece que está a punto de estallar en Abetxuko.
-Los vecinos de Abetxuko tienen todo mi apoyo porque están dando una lección de cómo trabajar de forma colectiva y pacífica por el bien común. En cambio, aquellos que pretenden infringir la ley deben saber que existen unas reglas mínimas del juego y que si esta familia no las respeta, la respuesta será contundente. Sin embargo, de la misma manera que estamos obligados a intervenir cuando hay un desalojo judicial, no podemos hacerlo si no hay una orden judicial, así que lo que en este caso le pido a la Justicia es que la solución sea rápida porque hay que evitar que estalle un conflicto en el barrio.
Asusta cuando un portavoz vecinal declara que “el pueblo ha decidido levantarse en armas”, ¿no?
-No porque realmente los vecinos están trabajando de forma respetuosa. Y esa familia que pretende infringir las normas de convivencia es una familia de Bilbao, que ya está siendo atendida por los servicios sociales de la ciudad y de la Diputación de Bizkaia, y allí deben seguir siendo atendidos.