- La prevención es la máxima que rige en la Ertzaintza frente a los asuntos relacionados con el terrorismo yihadista. Con una alerta generalizada en el Estado de nivel 4 -el máximo es 5- y un periodo vacacional repleto de festividades y aglomeraciones, la Policía autonómica ha aprovechado el verano en la CAV para afinar su protocolo de respuesta ante una hipotética alerta. De hecho, la bajada de Celedón el pasado 4 de agosto fue una de las primeras ocasiones en las que la brigada móvil, más conocida como los beltzak, se desplegó en Vitoria para reforzar el dispositivo habitual de fiestas y seguir esta operativa. Posteriormente, el mismo protocolo preventivo se activó en la Aste Nagusia de Donostia y en la de Bilbao, que aún no ha cerrado su Semana Grande.
Muchos de los asistentes a la bajada de Celedón en la capital alavesa repararon este año en la fuerte presencia de miembros de la Ertzaintza en torno a la plaza de la Virgen Blanca. Este refuerzo, unido a la presencia de los beltzak en todos los accesos al emplazamiento controlando las entradas y salidas, respondía a la activación del citado protocolo preventivo. Tal y como confirmaron fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, no existió ninguna amenaza concreta, pero la Policía Autonómica blindó el recinto por si fuera necesario actuar o evacuar rápidamente el lugar.
Previamente, la Academia de Policía de Arkaute había incrementado su actividad en lo que a preparación de agentes se refiere. A finales de julio, las instalaciones alavesas se llenaron de agentes de la Ertzaintza que tomaron parte en una serie de simulacros específicamente diseñados para responder ante un posible riesgo terrorista. La idea consistió en afinar los tiempos de reacción ante un hipotético ataque con rehenes o frente a un eventual asalto a cualquier tipo de emplazamiento lleno de ciudadanos. Estos simulacros se combinaron finalmente con la experiencia sobre el terreno aprovechando el periodo de fiestas patronales.
Previamente, Arkaute acogió a principios de este año un seminario sobre terrorismo islamista radical organizado por la Academia Vasca de Policía y Emergencias. La Ertzaintza dispone de un plan estratégico de actuación contra el terrorismo yihadista que comenzó a prepararse en 2014, se ultimó en 2015 y ha entrado en funcionamiento en 2016. Entre sus múltiples objetivos destaca la colaboración y el intercambio de información con otros cuerpos policiales.
Así, la Ertzaintza participa en las actividades del Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado que gestiona el Ministerio del Interior y que surgió en 2014 para actuar de forma conjunta frente a posibles amenazas yihadistas. No obstante, los mandos de la Policía autonómica han subrayado en diferentes ocasiones que Euskadi no se encuentra, por el momento, en el foco de estos grupos.
La razón de esta afirmación se basa no sólo en que la comunidad musulmana en la CAV es mucho más reducida que en otros puntos del Estado y de Europa, sino también en las labores de inteligencia que desempeña la Ertzaintza de forma encubierta y que indican que las posibilidades de atentado por este motivo son escasas. De hecho, los responsables de inteligencia de la Ertzaintza abogan por aplicar localmente un nivel 3 de alerta, por entender “que se acomoda más a la realidad de Euskadi”.
secretismo excesivo Aunque el diseño de iniciativas encaminadas a la prevención es aplaudido por parte de los sindicatos, su aplicación práctica no lo es tanto. Es el caso de Euspel, cuyos responsables lamentaron ayer que este tipo de dispositivos de seguridad, como desplegado el día 4 de agosto en Vitoria, “se lleven a cabo con excesivo secretismo”. Es decir, que sólo una parte de los agentes, los pertenecientes a la brigada móvil, fueron totalmente conscientes del tipo de operativo que estaba teniendo lugar durante la bajada de Celedón.
“Esto podría redundar en un fallo de coordinación en el caso de que se produjera un incidente. Todos los agentes que están en la calle deberían disponer de toda la información para tener claro de antemano qué hacer en el supuesto de que ocurra algo. Si no es así, puede llegar a darse una situación de caos”, destacaron desde el sindicato.
De forma paralela, los responsables del sindicato policial criticaron la falta de medios asignada a los agentes pertenecientes a la 25 promoción que iniciaron su trayectoria “en prácticas” el pasado 15 de agosto y que, en el caso concreto de Vitoria, se traduce en 35 nuevos agentes. Según denunciaron, “estando como estamos en alerta cuatro, les han sacado a la calle sin chalecos antibalas, sin chalecos reflectantes y sin trajes de agua”. En este sentido precisaron que los nuevos ertzainas han iniciado su labor “con lo mínimo”, ya que los chalecos reflectantes son “imprescindibles” en intervenciones de tráfico, los trajes de agua “necesarios” ante cualquier tromba de agua imprevista y los chalecos antibalas “básicos” frente a un posible atentado terrorista.
“El año pasado sucedió lo mismo con la 24 promoción y lo denunciamos. Pensamos que en esta ocasión se iba a subsanar, pero no ha sido así. Resulta vergonzoso no disponer del equipo mínimo necesario. Por la orden operativa número 6, tenemos la obligación de atender de forma inmediata este tipo de incidentes terroristas y de dar la cara, pero hacerlo sin tener la dotación completa es lamentable”, indicaron los responsables de Euspel. - DNA