labastida - Coincidiendo con la festividad de la Asunción, la iglesia parroquial de Labastida, que tiene esa advocación, abrió ayer sus puertas para mostrar la riqueza de su interior y facilitar a los interesados un cómodo recorrido por todos sus rincones. Construida sobre un anterior templo gótico entre los siglos XVI y XVII, el 14 de abril de 1602 la nueva iglesia fue consagrada con el traslado a ella del Santísimo Sacramento desde la hasta entonces parroquia del Santo Cristo, sita en la parte más elevada de Labastida, en el cerro de la Mota, que a partir de entonces fue denominada Ermita del Santo Cristo.
Una vez construida, y dada la prosperidad de la villa, la parroquia pudo adquirir un edificio anexo para construir la sacristía, un gran bloque octogonal, rematado todo él por una balaustrada en la terraza a modo de corona. Este edificio es una de las joyas que se pudieron recorrer ayer, ya que habitualmente está cerrado al público. Tras pasar la pequeña puerta al lado del altar mayor, se entra en una doble sala, conde hay una pila de jaspe negro, enormes armarios donde se conserva el vestuario litúrgico, estanterías y en el centro de la estancia principal, una espectacular mesa de trabajo con sillones.
Los visitantes también pudieron acceder al coro, al sotacoro y capilla de la Soledad. En el primero de esos lugares se encuentra el impresionante órgano, en perfecto estado de funcionamiento, y en los otros espacios es donde se guardan los ‘pasos’ de Semana Santa y una buena colección de frescos en las paredes. - P.J.P.