Vitoria - Qué sucederá con la feria taurina de Vitoria es una incógnita tras otro año catastrófico, sólo que esta vez, más que nunca, huele a desaparición por muerte natural. Fusión Internacional por la Tauromaquia, la empresa que desembarcó el año pasado con inusitada convicción, no ha desmentido las informaciones que dicen que no va a solicitar la prórroga del contrato municipal por falta de respuesta del público. Y el alcalde, Gorka Urtaran, tiene muy claro que, al margen del debate toros sí o toros no, se han acabado las subvenciones municipales. Ayer fue tajante. “Ni soy amigo de las prohibiciones ni creo que el debate de los toros sea fundamental en Vitoria, pero el Ayuntamiento no va a financiar el fracaso de las corridas con dinero público”, subrayó.
Que haya o no feria dependerá, por tanto, de uno o varios factores. Puede suceder que ninguna empresa quiera correr riesgos. “El problema no es la subvención, sino que la gente no va a la plaza”, dijo Urtaran. Otra posibilidad es que el Ayuntamiento no saque a concurso la gestión, posibilidad a la que el primer edil contestó con un “ya veremos”. Y además está la opción de que se celebre una consulta popular que determine el futuro de las corridas. El PSE quiere impulsarla una vez se apruebe el reglamento y, aunque el alcalde reconoció no ser partidario “de prohibir nada”, es su socio de gobierno.
Fusión Internacional por la Tauromaquia, por su parte, sólo rompió el silencio para hacer públicos los premios de la feria. El Club Taurino Alavés ha otorgado el trofeo Puerta Grande a la mejor faena a Ginés Marín. También el diestro extremeño ha sido galardonado por la Peña Taurina Paco Ojeda con el premio al mejor toreo de capote. Y el trofeo Florito al mejor toro ha recaído en Camelador, de Vegahermosa, el primer astado lidiado por Diego Urdiales la tarde del 5. - DNA