gasteiz - Los cabezudos de Vitoria despiertan amores y temores a partes iguales. En el caso de Ojo Biriki, uno de los personajes más pintorescos de la comparsa, los miedos ganan, aunque también hay bastantes chavales “que vienen, tocan y se quedan ahí al lado para que les des”. Eneko Llinás (Gasteiz, 1990), todo un veterano en estas lides, se pone todos los días en la piel de este poco agraciado cabezudo, y advierte de que pega sin remordimientos. Se justifica: “Dicen que es el peor y hay que mantener esa fama”.
Cuarto día ya de fiestas, ¿cómo va la cosa hasta ahora?
-Bien, de momento bien. Hoy -por ayer- con el calorazo que va a hacer va a ser duro, pero lo llevamos bien.
¿Llevas mucho tiempo haciendo de cabezudo?
-Pues... Perdí la cuenta, pero llevaré como 11 o 12 años.
¡Ya son!
-Sí, soy de los veteranos, sí (ríe).
¿Y cómo te picó el gusanillo?
-Tenía al primo metido de gigante en la Comparsa y de txiki siempre venía a ver. Un día necesitaban a un cabezudo, estaba yo por aquí, me dijeron y aquí sigo. Sí, me liaron.
¿Tienes buenos recuerdos de aquella época, de cuando estabas en el otro lado?
-Sí, sí. Recuerdo que me daban un poco de miedo los cabezudos. Siempre venían y me daban unos golpetazos de la leche.
¿Y tú pegas fuerte?
-Sí. Joe, ¡soy Ojo Biriki! Dicen que soy el peor, así que hay que mantener esa fama.
¿Cómo les ves a los chavales cuando te acercas a ellos?
-Hay algunos que no tienen nada de miedo, que vienen, te tocan y se quedan ahí al lado para que les des. A otros en cambio se les desconfigura totalmente la cara, se acojonan, se echan para atrás. En realidad hay un poco de todo.
¿Y los mayores?
-Hay a quienes les gusta y hay otros a los que les doy y me echan unas broncas... Y me dicen que les pegue a los jóvenes. Mira, yo le pego a todo el mundo. Lo siento. Si pasas a mi lado, yo te voy a dar.
Sin remordimientos.
-Eso es. Yo voy dando a todo el mundo, al que pille.
Hoy -por ayer- es el día de los txikis. ¿Más intenso que los demás?
-Sí, es duro, porque en la Plaza España te vienen todos. Todos. Si ya de normal te vienen muchos, allí son todos. Es una pasada.
¿Algún secreto para aguantar tantos días y estos calores y que las fuerzas no flaqueen?
-No pensarlo... Y trabajando, beber agua.
¿Sólo agua?
-Bueno, después alguna cervecita, que también hidrata mucho.
¿Algún deseo para esta recta final de fiestas?
-Espero que todo termine bien y con buen sabor de boca, como hasta ahora. Que no haya problemas y todos felices. - DNA / Foto: Jorge Muñoz