vitoria - En pleno corazón de Gasteiz, a escasos metros de la emblemática balconada de San Miguel y apenas unos escalones por debajo de la colina medieval, se levanta durante estas jornadas uno de los espacios festivos más populares de La Blanca, el que da cabida a todo lo relacionado con la cultura vasca. Ése no es otro que la plaza del Machete, asentada ya como punto de encuentro para la Gasteiz euskaldun, la que quiere vivir en euskera, un rincón singular y en el que el trasiego no cesa en casi ningún momento del día. Ayer, tercera jornada festiva, sábado además, no fue una excepción. Y eso que un sol de justicia, de esos que aprietan de verdad, puso en serios apuros a muchos de los allí congregados pasado el mediodía, cuando comenzaron los primeros espectáculos sobre el escenario, por lo cotizadas que estaban las sombras.
A decir verdad, La Blanca arrancó en el Machete incluso antes de que Celedón prendiese la mecha festiva este pasado jueves. La txosna gestionada por Geu, la asociación local de apoyo al euskera, abrió sus puertas el sábado 30 de julio como perfecto aperitivo prefestivo y durante todos estos días se han sucedido en sus inmediaciones los conciertos, las actuaciones infantiles, los talleres y las dantza plaza, un buen termómetro del ambiente que después se viviría en todos los rincones de la ciudad. Jornadas previas que sirvieron también para homenajear al escritor donostiarra aunque afincado en Gasteiz, Iban Zaldua, por su trabajo en favor del euskera.
Un cartel situado a la entrada define a la perfección la idiosincrasia del Machete: Euskara da euskaldun egiten gaituen. Un lema que la mayoría de los asistentes hacen suyo estos días, sean euskaldunzaharras o euskaldunberris, y que denota que la lengua vasca poco a poco sigue haciéndose el hueco que merece en las calles del territorio. El espacio tardó un poco más de lo habitual en animarse, debido a la cercanía de las goitiberas organizadas por la cuadrilla Alegrios en las inmediaciones, que congregaron a cientos de espectadores, e incluso del tradicional mercado de la almendra. En el patio de sillas del Machete, medio centenar de personas disfrutaban de los sones de la trikitixa y la pandereta, interpretados por una pareja de la Academia Municipal de Folklore, cobijadas sobre las agradecidas sombrillas blancas instaladas en este espacio. Ayer, sin duda, hicieron falta algunas más.
La mañana avanzó y, poco a poco, el trajín llegó también al entorno de la txosna de Geu y de las barras exteriores instaladas por los dos locales hosteleros del Machete. La cerveza, la sidra y algún que otro tentempié ayudaron a blusas y neskas de todas las edades a encarar la jornada con fuerzas mientras el grupo Gasteiz Kantuz, armado con los txistus y los tamboriles, amenizó el ambiente durante unos minutos en el centro de la plaza.
Los cuatro participantes en el tradicional bertso-saioa de la mañana, Asier Otamendi, Paula Amilburu, Oskar Estanca y Aintzane Irazusta, aguardaron pacientemente a que Gasteiz Kantuz finalizara sus interpretaciones y tomaron el micrófono para despertar los aplausos y las sonrisas de los cada vez más numerosos espectadores. No faltaron los guiños a la fiesta, a la gastronomía alavesa ni a la Gasteiz green, como no podía ser menos, y tras el espectáculo la plaza siguió disfrutando de la fiesta antes de parar para comer. Hoy en el Machete (13.30 horas) será el turno de los bertsolaris Manex Agirre, Felipe Zelaieta, Onintza Enbeita y Beñat Gaztelumendi.
más tesoros musicales Ya por la tarde y por la noche, bajo un sol perpetuo, la plaza siguió regalando distintos tesoros folclóricos a todos los gasteiztarras y visitantes que por allí se acercaron. Primero fue el turno de Juan Mari Beltran y su Gure Soinualdetan, después el de los gaiteros de la Academia Municipal de Folklore con su Larrain Dantza y Txulalai y, cuando la noche ya había caído, el del artista Gontzal Mendibil. Una nueva y exitosa jornada, como viene siendo habitual durante todas las fiestas. - DNA / Fotos: J. Ramón Gómez