Vitoria - Con las elecciones autonómicas a la vuelta de las vacaciones, el curso foral arrancará en septiembre -el día 6 se celebrará el primer Consejo de Diputados y el día 12 volverá la actividad juntera- con muchos temas sobre la mesa, entre ellos el que la oposición formada por el llamado “bloque de izquierdas” quiere fijar como gran debate postvacacional en las Juntas: la reforma fiscal. Cuatro normas forales diseñadas por EH Bildu, Podemos e Irabazi para abordar cambios en los grandes impuestos -IRPF, Impuesto de Sociedades, Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y Patrimonio- que en junio encontraron un inesperado aliado en el PP, cuando unió sus votos a los de estos tres grupos para abordar un debate en la cámara foral al menos sobre el de Sociedades y el IAE.
Ayer, tras el último Consejo de Diputados antes de iniciar el periodo vacacional -“yo no hablaría de vacaciones porque en agosto vamos a seguir aquí trabajando”, matizó-, el diputado general aseguró que, de cristalizar la iniciativa fiscal lanzada por el bloque de izquierdas, “Álava se convertiría en un territorio hostil para las empresas”, y apuntó que esa “contrarreforma” fiscal a la que aspiran EH Bildu, Podemos e Irabazi “no busca tanto su aprobación como marcar al adversario político dentro la izquierda”. “Es una pelea para ver quién está más a la izquierda de la izquierda”, ironizó Ramiro González antes de subrayar que, en su opinión, “si el conjunto de la sociedad alavesa se caracteriza por algo es por su moderación y por buscar el desarrollo económico y el bienestar, así que no va a estar en esa pelea”. En este sentido, el mandatario foral explicó que “un estudio realizado por los técnicos de la Diputación señala que esas propuestas de modificación del IRPF y del Impuesto de Sociedades supondrían un incremento neto en el presupuesto de 300.000 euros al año, así que esa contrarreforma no busca recaudar más. Para eso no se puede realizar una política fiscal que castigue a las empresas. Sería un error tremendo”, censuró.
Los tres partidos de izquierdas trabajan desde hace meses en su propia propuesta para, como han venido incidiendo, “abrir el melón de la fiscalidad en Álava y garantizar así unos servicios públicos de calidad, además de reducir las diferencias sociales”. La semana pasada registraron la última moción de su iniciativa, relacionada con un Impuesto sobre el Patrimonio al que proponen rebautizar como Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas. “No tendría una gran repercusión en la recaudación pero serviría para dar ejemplo”, señalaron sobre un gravamen que abonarían aquellos alaveses con rentas que superen los 600.000 euros anuales.
“Que lo hayan presentado cuando ya no se celebran plenos ni comisiones evidencia que se trata de una estrategia electoral. Legítima, pero que ya ha sido evaluada por los guipuzcoanos, que mandaron a casa a los autores de una política que sólo tenía un objetivo: castigar a las empresas”, deslizó González en referencia al cambio de gobierno en Gipuzkoa tras las elecciones del pasado año. A la espera de afrontar en septiembre el debate en la cámara foral, primero con el Impuesto de Sociedades y el IAE como protagonistas, el diputado general transmitió que, tres años después del pacto sellado entre PNV, PSE y PP, “parece que aquella reforma fiscal está cumpliendo su objetivo de forma razonable”.
“Durante estos años Euskadi y Álava han conseguido mantener el estado de bienestar, que era uno de los objetivos, y la economía se está recuperando en nuestro territorio, según refrendan los datos del incremento del 25% en las exportaciones, el aumento del 15% en el índice de producción industrial o el descenso de casi 3.000 desempleados”, incidió el diputado general. “Eso no quiere decir que no se pueda abordar una mejora fiscal, pero lo que no es necesario es una como la que plantean EH Bildu, Podemos e Irabazi”, aclaró. Hace un mes, la secretaria general del PSE de Álava y diputada foral, Cristina González, también apuntaba la posibilidad de afrontar una revisión de la normativa fiscal vigente en las tres diputaciones, aunque no antes de comprobar los resultados de la recaudación de este año. - DNA / Foto: DNA