vitoria - El expediente abierto a la funcionaria que fichaba por otros dos compañeros del Ayuntamiento, aquel caso con denuncias por acoso incluidas que caldeó el clima municipal en el final de la primavera de 2014, ya ha sido cerrado. Y lo ha hecho con un simple apercibimiento a la trabajadora, como confirmó ayer la concejal de Empleo, Jaione Agirre, a preguntas de EH Bildu. Según dijo, los hechos constituyen por normativa una infracción leve, lo que se traduce en una llamada de atención. “Es el castigo que impone la ley y nos tenemos que atener a ella”, matizó.

La concejal abertzale Iratxe López de Aberasturi no se quedó contenta ni con las explicaciones ni con la resolución. Su grupo cree que la respuesta del Ayuntamiento gasteiztarra ha sido “insuficiente” y confió en que no se haya comedido por el hecho de que puedan existir funcionarios de primera o de segunda. Cuando sucedieron los hechos, ya hubo dudas sobre el proceder del caso. El policía local que remitió un informe a los superiores al detectar la irregularidad, un agente que custodiaba los accesos al edificio, acabó denunciando al marido de esta empleada, un alto cargo de Tráfico, por encararse con él en plena calle Dato y reprocharle que era “un mentiroso”.

El agente, que llegó a cogerse la baja por las presiones a las que se vio sometido, también contó que Alfredo Piris, en ese momento coordinador general de Seguridad Ciudadana, le pidió que saliera del Ayuntamiento cuando estaba de servicio y le preguntó si tenía algo en contra de la funcionaria a la que había denunciado y si sabía de quién era mujer. Piris negó las acusaciones en una comisión extraordinaria que se convocó en el Consistorio para dilucidar lo sucedido, la misma en la que el equipo de gobierno aseguró que la actitud de la trabajadora fue reprobable pero que el policía se había extralimitado en sus funciones. “Su tarea es custodiar el edificio, no vigilar a los funcionarios”, dijo el edil del PP Alfredo Iturricha. - J.S.