Vitoria - El Ayuntamiento no fue traidor. Avisó hace dos años. Vitoria iba a dejar atrás la metodología del siglo XX en el cuidado de parques, parterres y alcorques, que entiende la naturaleza urbana como zonas de recreo con siegas continuas, desbroces y riegos reglados, para apostar por una vegetación más salvaje, incorporando dentro de la ciudad la esencia del Anillo Verde que la rodea. Se trataba de un plan redondo, aplicado ya en grandes ciudades europeas, porque conllevaba ahorro económico además de beneficios climáticos, para la mejora de la biodiversidad y de la salud de las personas. El problema fue que ni el anterior gobierno ni éste supieron hacer llegar el mensaje, preparar a la ciudadanía para lo que iba a venir. Y cuando el gabinete Urtaran ha materializado el concepto, de sopetón y en una primavera especialmente explosiva, aprovechando la situación precaria de las arcas públicas para recortar la partida de jardinería, han llegado las quejas. La gente solamente ve “hierbajos” a los pies de los árboles y “selvas” donde antes reposaban parcelas, medianas o rotondas afeitadas.
El alcalde lleva días intentando justificar el estado de la vegetación urbana, aunque lejos de rebajar las acusaciones de abandono las ha avivado con frases como “hay que cambiar el chip porque los jardines no pueden ser el green de un campo de golf”. Así que ayer, en la tradicional rueda de prensa de los viernes, hizo un nuevo intento. Esta vez, fue más pedagógico y aportó nueva información. Empezó hablando de los más de 10.000 alcorques de la ciudad, que tanto sorprenden por lo desmelenados y floreados que están. Urtaran aclaró que durante años FCC se ha encargado de mantenerlos a raya con un herbicida potencialmente tóxico llamado Atila que quema todo a su paso y que, tras un intenso debate social y político que culminó con el compromiso del Ayuntamiento de realizar los trabajos de forma manual, desde este año son los jardineros de Perica los que realizan las labores con desbrozadoras. Se trata de un equipo de 22 personas repartidas en dos grupos, encargadas de realizar dos siegas al año. “Aunque a partir de ahora serán tres”, anunció.
Es el único punto en el que Urtaran ha reculado, consciente de que el cambio ha sido demasiado brusco. “Pero eso no quita para que en primavera estén los alcorques con flores y hierba, especialmente en mayo porque es un mes muy propicio para que crezcan”, matizó. De haberse cortado la vegetación el pasado mes, “tres semanas después habría estado igual” por la eclosión del momento, mientras que metiendo las tijeras a mediados de junio, como ya está previsto, lo más probable es que el corte dure en condiciones “dos o tres meses”.
“Pido paciencia porque el mantenimiento se está haciendo, pero en primavera los alcorques van a estar con hierba, como pasa en muchas ciudades europeas, y no pasa nada. Sólo hay que gestionar bien el tiempo”, insistió Urtaran. Y con esas misma tesis, se refirió a las zonas verdes. El ajuste presupuestario ha conllevado la eliminación de las labores de refuerzo de la primavera y el verano, lo que limita a diez las siegas que se hacen a lo largo del año. Una cifra suficiente de acuerdo a ese concepto más naturalístico de la naturaleza dentro de la ciudad, contemplado, por cierto, en el proyecto Infraestructura Verde Urbana fraguado durante el reinado green de Vitoria. “El segundo corte fue el 20 de mayo y el tercero será el 30 de junio. Y así continuará el ritmo hasta los diez”, informó. “Y puede ocurrir que en mayo la hierba haya crecido más y entiendo que la gente lo vea como algo descuidado”, continuó, “pero no se puede ni nuestra intención es mantener los jardines como si Vitoria fuera Versalles”. Su compromiso es conseguir “una imagen curiosa”, pero no al estilo tradicional. Y eso, sí o sí, va a requerir un cambio de mentalidad.
Alcorques. El Ayuntamiento ha sustituido el uso del herbicida potencialmente tóxico Atila, que quemaba la hierba, por labores manuales para cuidar los alcorques. Inicialmente se habían contemplado dos siegas al año, pero ante las quejas recibidas se ha decidido establecer tres.
Zonas verdes. El ajuste presupuestario del año pasado, sumado a la decisión de implantar un concepto más naturalístico de la vegetación urbana, al estilo de grandes ciudades europeas, ha reducido a diez las siegas en las zonas verdes de la ciudad. El 30 de junio se hará la tercera.
2012
Durante el reinado green en 2012, se fraguó el proyecto Infraestructura Verde de la mano de la UE, empeñada en aplicar los conceptos ecológicos del siglo XXI. Berlín y Londres, entre otras ciudades, ya apuestan por una vegetación urbana más salvaje.