VITORIA - Con el controvertido debate sobre la presión fiscal a las VPO aún enquistado, arranca otro que promete ser igual de intenso: el que afecta al IBI de 2017. EH Bildu ofreció ayer un aperitivo tras estudiar a fondo los datos del personal técnico de Hacienda. La portavoz del grupo, Miren Larrion, alertó de que la propuesta que presentó el gobierno, que pasa por subir el tipo impositivo del 0,22 al 0,37 limitando la subida a un máximo del 10%, “castiga a las familias y premia a quienes mejor han sobrellevado la crisis”. Según explicó, con el planteamiento jeltzale la bonificación para éstas se limitaría a un 6%, mientras que para los solares sería del 43% y para las oficinas y la banca del 23%.
Lo que propone EH Bildu es situar el tipo en un 0,32% en general y un 0,41% para el 10% del resto de inmuebles de más valor que no son viviendas, “para mantener la recaudación permitiendo un IBI más justo”. Las familias pagarían un 15% menos y se mantendría la presión fiscal para las empresas. “De esa forma, el recibo de las familias bajaría una media de 60 euros respecto a lo que propone el gobierno”, subrayó.
El gabinete de Urtaran se mostró dispuesto a estudiar la propuesta, pero cuando llegue el momento. Hoy la ponencia fiscal versará sobre el IAE. Aunque el acuerdo firmado entre el PP, el PNV y el PSE mantiene en 2017 el coeficiente de 1,7137, podría aplicársele la actualización genérica del conjunto de tributos. Y eso es lo que preocupa a los populares, pues “sólo en el IBI se plantea subir el tipo un 66,6%”. - J.S.