gasteiz - El grupo municipal de EH Bildu en el Ayuntamiento vitoriano preguntará hoy al gobierno municipal en la comisión de Medio Ambiente si la Unión Temporal de Empresas (UTE) encargada de la limpieza en la ciudad y de la recogida de basuras está cumpliendo el pacto de homologación con los trabajadores municipales que en su día suscribió el alcalde José Ángel Cuerda y que afecta tanto a subidas salariales como a diversas ventajas laborales de las que disfruta la plantilla, pero también al proceso de contratación de empleados que la adjudicataria tiene que seguir. Según dicho pacto de homologación, se debe garantizar la libre concurrencia, la transparencia y los criterios objetivos a la hora de seleccionar -o despedir- al personal, y al despacho de EH Bildu han llegado denuncias según las cuales estos requisitos no se estarían dando.

El pacto de homologación entre funcionarios y trabajadores de la limpieza se puso en marcha en 1991, y suponía de hecho la equiparación de ambos colectivos, lo que además de igualar sus sueldos permite que los trabajadores indefinidos del servicio de limpieza de Gasteiz mantengan sus puestos de trabajo sea quien sea la firma adjudicataria de la contrata de la limpieza y la recogida de residuos en Vitoria.

El pasado mes de septiembre, el concejal de Función Pública, Iñaki Prusilla, comunicó a FCC y GMSM, las empresas que forman la UTE encargada de la limpieza, las mejoras en las condiciones de los empleados municipales que debían trasladarse también a la plantilla de estas empresas. Afectan, por ejemplo, a los permisos de paternidad. Además, la UTE debe subir el sueldo a sus trabajadores en un 1%, el mismo porcentaje que se ha aplicado este año a los empleados del Ayuntamiento.

renovación del convenio En junio de 2014, todos los sindicatos, salvo UGT y UTL, ahora ya fuera del comité de empresa, pactaron con los grupos políticos municipales una actualización del convenio, pues el pacto de homologación contemplaba aplicar todas las subidas de salario que se acuerden entre la plantilla del Ayuntamiento, pero no las bajadas. Cuando estalló la crisis económica, los recortes llegaron a la Función Pública, y la plantilla de la limpieza comenzó a ganar poder adquisitivo en relación con los funcionarios, incluso un 30% más que los trabajadores municipales.

La situación acabó por ser insostenible y, previo acuerdo de unas condiciones mínimas innegociables, se introdujo un factor corrector para que los salarios y días de vacaciones de funcionarios y trabajadores de FCC sean similares. UGT y UTL denunciaron este acuerdo de mínimos sobre el convenio de 2016 ante los tribunales, sin éxito.

Las sospechas de EH Bildu se suman a sus denuncias sobre la presencia de roedores en la nave de FCC, las condiciones de seguridad de la maquinaria vieja que aún se sigue utilizando, o la falta de uso del tren de lavado de los camiones instalado en las dependencias de Agirrelanda. Todas estas denuncias se plantearon en las propias instalaciones de la empresa durante la visita que los concejales de la comisión de Medio Ambiente y la prensa realizaron a la nave de Agirrelanda el pasado 6 de abril, y en la que no se permitió a los grupos de la oposición ver los vestuarios o el citado tren de lavado. La posibilidad de visitar las instalaciones es uno de los puntos del nuevo pliego de condiciones de la contrata de la limpieza, en el que se endurecieron las medidas de control de la adjudicataria ante las quejas sobre el servicio registradas en los últimos ocho años.

El gabinete de Urtaran, por su parte, siempre ha defendido que el servicio de limpieza y basuras funciona de forma correcta y que desde el Ayuntamiento se han introducido mejoras, y se realiza un control adecuado.

Denuncias. En los últimos meses se han sucedido las quejas sobre la deficiente limpieza de la ciudad, deficiencias que también se dieron la pasada legislatura. A éstas se han sumado las de los partidos políticos; incluidos PSE, que siempre ha apostado por la gestión directa del servicio, y PP, que en pasadas legislaturas, cuando estaba al frente del gobierno, defendía a FCC. Y se han intensificado las denuncias ante los que, sobre todo EH Bildu, considera irregularidades por parte de la firma. La coalición ha puesto sobre la mesa retrasos en la llegada de la nueva maquinaria (que el gobierno ha reconocido), aparición de ratas y otros problemas de salubridad en Agirrelanda, expedientes abiertos, uno de ellos por el accidente que sufrió una trabajadora, averías constantes en las máquinas viejas, denuncias de trabajadores, incumplimientos en la recogida de residuos etc.

Control. Dentro del marcaje que el Ayuntamiento ha decidido hacer a la empresa adjudicataria de la limpieza para que cumpla con lo firmado en el contrato están la instalación de un sistema vía GPS que controla a unos doscientos equipos de limpieza a los que se hace seguimiento, al igual que a 400 empleados. Además, la empresa está en pleno proceso de renovación de la maquinaria que, dada su vejez, acumulaba cinco averías de media cada día. Igualmente, e Ayuntamiento ha puesto en marcha un servicio, vía redes sociales, para que los ciudadanos informe sobre problemas o quejas del servicio de limpieza.

el precio

22,8

Millones de euros. Es el precio que el Ayuntamiento de la capital alavesa abona a la empresa FCC anualmente por el servicio de limpieza y recogida de basuras de Vitoria, un contrato que el Ayuntamiento firmó por un periodo de ocho años.