gasteiz - Hace un año por estas fechas las cuadrillas de Álava se enteraron por sorpresa, tras la publicación de la noticia en este periódico, de la decisión del Ayuntamiento de Vitoria y de la Diputación alavesa, ambos aún con el PP al frente, de restringir la entrada de residuos a Gardelegi y su obligación, a partir de entonces, de trasladar la basura a la planta de Jundiz. Un decisión que traía consigo un importante incremento económico -de 45 euros por tonelada en Gardelegi a 68 euros en Jundiz, concretamente- del dinero que hasta entonces abonaban las entidades locales.

La noticia sobresaltó a las cuadrillas hasta el punto de convocar un acto de protesta conjunta, llevando todas sus camiones de basura a Gardelegi al mismo tiempo, pero, para evitar la fotografía, el gabinete foral de Javier de Andrés cerró un acuerdo in extremis con los presidentes de las entidades comarcales justo el día previo a la protesta. Un acuerdo en el que se comprometía a que la Diputación abonara a las entidades el sobrecoste que suponía para ellas ese cambio desde el 1 de junio de 2015, pero con fecha de caducidad a 31 de diciembre.

La subvención, una patata caliente del anterior ejecutivo, ha sido aprobada recientemente por el nuevo gobierno foral, y según los datos a los que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ha supuesto en total un coste de 395.362 euros, repartidos en función de las toneladas gestionadas por cada cuadrilla entre junio y diciembre. De esta forma, la de Ayala, con 6.725 toneladas, recibirá una inyección de 158.107 euros, seguida de Laguardia-Rioja Alavesa (3.151 toneladas) con 74.082 euros, Añana (2.008 toneladas) con 47.209 euros y la cuadrilla de la Llanada Alavesa (1.326 toneladas), que percibirá 31.177 euros. La de Campezo-Montaña Alavesa (781 toneladas), con 18.380 euros, cierra la tabla, si bien en el acuerdo se incluye también al consorcio de gestión de residuos de Estribaciones del Gorbea (1.848 toneladas) con 43.451 euros, el Ayuntamiento de Agurain (701 toneladas) con 16.499 euros, y el Consistorio de Arratzua-Ubarrundia (274 toneladas) con 6.455 euros.

El dinero para estas subvenciones saldrá de una partida ya consignada a tal efecto en los presupuestos forales de 2016, aunque, atado el problema hasta el pasado 31 de diciembre, las cuadrillas desconocen aún el importe concreto que deberán abonar por el traslado de sus residuos a la planta de biocompost de Jundiz, una vez mostrado su rechazo al incremento que supone para ellas llevar su basura a esta planta en lugar de a Gardelegi, donde pagaban 23,51 euros menos que ahora por trasladar los residuos a Gardelegi. Por el momento, según explicaron a este diario fuentes forales, la Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Vitoria han mantenido ya una primera reunión en este sentido con el objetivo de sentar las bases de “colaboración y coordinación” para trabajar de la mano.

el precio justo Este encuentro ha sido, de hecho, la primera reunión en diez años de la comisión gestora de la planta de residuos de Jundiz, de la que ambas instituciones son copropietarias y sobre la que, según el convenio firmado en 2003, las dos tienen potestad para consensuar los precios derivados de su uso. Sin embargo, durante los últimos años ha sido únicamente el Ayuntamiento el que ha asignado de forma unilateral el precio de las tasas, algo que ahora el ejecutivo foral quiere cambiar.

Así las cosas, el primer objetivo de esta ahora recuperada comisión gestora deberá ser concretar las nuevas tasas a abonar por parte de las cuadrillas y acabar con su incertidumbre al respecto. Por ahora, las entidades locales consultadas esperan que las próximas citas de la comisión cristalicen en decisiones concretas y los precios que tengan que pagar “sean justos y derivados del gasto que supone el uso de la planta, y no de otras cuestiones que sirvan para cubrir con ese dinero otro tipo de costes”, expresan a este periódico desde una de las cuadrillas, donde confían en que ahora, con dos nuevas ejecutivas en cada institución, mejore la comunicación con las entidades del resto del territorio para que éstas puedan trasladar de primera mano sus opiniones e inquietudes.

De momento, a falta de nuevas citas, el diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, aseguraba hace unos meses en una entrevista a este periódico que la intención de su departamento era “defender los intereses de las cuadrillas” y “tomar parte en todas las decisiones que afecten” a la planta. Mientras tanto, desde la plataforma Zero Zabor advierten de la posibilidad de que un precio excesivo a la hora de trasladar sus residuos a la planta de biocompost de Jundiz podría llevar a las cuadrillas y ayuntamientos del territorio a subir la tasa de basuras a los ciudadanos, y sostienen que las características geográficas y demográficas de Álava favorecen el tratamiento de la basura orgánica que generan los ciudadanos en origen.

Subvención foral. La Diputación ha aprobado la subvención destinada a las cuadrillas por el sobrecoste de llevar sus residuos a Jundiz entre junio y diciembre de 2015.

Ayala. La cuadrilla que más toneladas gestionó entre junio y diciembre, y que por tanto mayor subvención recibirá por el sobrecoste, es Ayala, con 6.725 toneladas y una inyección total de 158.107 euros. Le sigue la Cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa, con 3.151 toneladas y un importe de 74.082 euros.

Reuniones. Tras diez años sin celebrarse, la Diputación y el Ayuntamiento han mantenido ya una primera reunión de la comisión gestora de la planta de Jundiz, órgano que decidirá los posibles cambios en las tasas a abonar por parte de las cuadrillas.

la cifra

68

Euros por tonelada es el precio impuesto desde junio de 2015 a las cuadrillas por trasladar sus residuos a la planta de Jundiz, tras la decisión tomada hace un año por el ejecutivo del PP.