Gasteiz - Finalizados los actos en Armentia, la comitiva de autoridades se trasladó rauda a Artium, donde aún restaba por celebrar uno de los actos principales de la jornada. En un museo repleto, la entrega de la Medalla de Álava a Michelin en el 50 aniversario de la apertura reunió a representantes institucionales como el diputado general, Ramiro González; el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran; el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elosegi; las consejeras Estefanía Beltrán de Heredia y Ana Oregi; miembros del gobierno foral y municipal; el popular Javier Maroto; o el mismísimo Celedón, Gorka Ortiz de Urbina, entre otros. El director de la fábrica de Michelin en la capital alavesa, Amadeo Álvarez, agradeció la presea que la Diputación ha concedido este año a la firma como reconocimiento a su trayectoria y a su labor en el desarrollo económico del territorio histórico.

Escueto en palabras, Álvarez destacó que Michelin “es una empresa excelente que desarrolla siempre productos y procesos innovadores”. Por su parte, el diputado general, Ramiro González, puso en valor la trayectoria de una empresa que sólo en la provincia genera más de 3.200 puestos de trabajo directos y que ayer recibía, no sin cierta polémica previa en las Juntas, donde tres grupos se opusieron a la concesión, la máxima condecoración foral por su “compromiso” con la sociedad alavesa.

“Nuestro territorio es, en términos porcentuales, el más industrial del Estado. El sector industrial representa en torno al 30% de nuestra economía y el 27% del empleo de nuestro territorio está vinculado a este sector. La Medalla de Álava que entregamos a Michelin es también una muestra de la importancia que para nuestro territorio tiene la industria. Es un modelo de empresa y trabajadores comprometidos con Álava”, apuntó el diputado general en un discurso con una notable carga política y algunas referencias a la repetición de las elecciones generales, “un fracaso que tendrá efectos sobre la economía y sobre la vida de las personas”. Para González, esta segunda llamada a las urnas “constituye una decepción, un fracaso de los políticos que tenían la responsabilidad de lograr acuerdos”.

En este sentido, el diputado general jeltzale, que gobierna el ejecutivo foral en coalición con el PSE, recordó también la “diversidad” de las Juntas Generales de Álava, con siete fuerzas políticas. “Mi compromiso, y el de todo el gobierno foral, es volcar todos nuestros esfuerzos para que sea la legislatura de los consensos. Álava y Euskadi en su conjunto necesitan de grandes consensos para impulsar los proyectos estratégicos. Este objetivo requiere de altura de miras, requiere que los representantes políticos nos dejemos la piel en buscar esos consensos. Reitero mi compromiso por trabajar a favor de esos acuerdos a lo largo de toda la legislatura”, incidió al respecto el diputado general.

Antes de la despedida, con una gran foto de familia incluida, y “en un día como hoy, de unión y hermandad entre todos los alaveses y alavesas”, González puso punto final a su discurso con una frase del vitoriano Ricardo Becerro de Bengoa. “Álava imprime a sus hijos costumbres de sobriedad y de trabajo. El alavés es labrador activo, incansable y en las labores del campo trabaja con su familia entera. Me atrevo a decir que ese carácter sigue siendo propio de los alaveses y alavesas de hoy en día. Esfuerzo y trabajo en equipo. Apelo a esos valores para estos tiempos”, concluyó el diputado general.