gasteiz - Durante los últimos dos años, desde que la sombra de la central nuclear de Garoña empezara a cobrar forma de nuevo, Álava ha visto cómo algunas localidades decidían romper la baraja, energéticamente hablando, y decir adiós a gigantes como Iberdrola, copropietaria de la planta, en los contratos de electricidad y alumbrado municipal. La pionera fue Zuia, que trabajó durante meses en los pliegos adecuados para el concurso público y que desde enero de 2015 consume energía de una cooperativa verde -el mes pasado prorrogó el contrato-, mientras que hace unas semanas hizo lo propio Zalduondo, ambos gobernados por EH Bildu.
Al tiempo que otros municipios alaveses liderados por la coalición abertzale trabajan para seguir sus pasos, ayer su grupo municipal en Vitoria trasladó al Consejo de Administración de Amvisa una propuesta para que la capital alavesa parta también por la mitad sus contratos con Iberdrola y Endesa, dueños de la central nuclear burgalesa, y allane el camino hacia un consumo de energía limpia en la ciudad. El intento, sin embargo, les salió rana, pues su iniciativa no salió adelante. Fue la negativa de PNV y PP la que, según apuntaba después Aitor Miguel, concejal de la coalición, sorprendió a EH Bildu, para quien el no de ambos partidos contrastaba con las buenas intenciones que habían mostrado en ocasiones previas, cuando se planteba la posibilidad de avanzar hacia la ruptura con ambas compañías.
“Su excusa era que no había alternativa jurídica para evitarlo, pero ahora que han tenido oportunidad han votado que no”, subrayó tras presentar antes del consejo en rueda de prensa, junto a Antxon Belakortu, “un nuevo planteamiento de los pliegos de contratación energética” que serviría para poder sacar a concurso unos nuevos que faciliten el cambio hacia las renovables. Una cuestión fundamental, la de adaptar los pliegos, como bien puede acreditar el alcalde de Zuia, Unai Gutiérrez, que junto a su técnico de Medio Ambiente tuvo que estrujarse la cabeza en su día para elaborar unos documentos de contratación distintos a los estandarizados en la mayoría de ayuntamientos, y que en el fondo suponen una autopista para que las grandes compañías se hagan con la mayoría de contratos. En Zuia no sólo lo consiguieron -a su alcalde le requieren de multitud de localidades para que acuda a explicar cómo lo hicieron- sino que sus pliegos son ahora la base que otros imitan para regatear a Endesa y Iberdrola, que por cierto se hizo la sorda y, con todo, acabó presentándose al concurso de Zuia, perdiendo en beneficio de la cooperativa verde Goiener.
EH Bildu consideraba ayer que había llegado el momento de hacer lo propio en el Consistorio gasteiztarra. “Los pliegos que se llevan años aprobando en el Ayuntamiento blindan el negocio a Iberdrola o Endesa con unas condiciones que les aseguraban el negocio, a la vez que suponían una barrera infranqueable a las cooperativas energéticas. El Pleno había expresado en más de una ocasión su voluntad de corregir esta situación, pero sin embargo nos ponían excusas jurídicas y técnicas”, explicó Aitor Miguel antes de subrayar que su documento contaba con el aval del interventor general municipal.
Por su parte, Belakortu detalló que sus pliegos incluían “la obligada división del contrato en lotes, que corresponde mejor a la capacidad de las pyme“, además de “eliminar las garantías que sólo servían como barrera” y “modificar los criterios de solvencia económica, financiera, técnica y profesional redactados a medida” de las multinacionales. Por ahora, la negativa surgida de la votación del consejo de Amvisa no permitirá que Gasteiz siga los pasos de municipios como Zuia. La energía verde, como el cielo, tendrá que esperar.
Zuia y Zalduondo. El Ayuntamiento de Zuia fue el municipio pionero en Álava en romper con Iberdrola por la amenaza de Garoña y trabajar en unos pliegos de contratación que no supongan un cheque en blanco para las grandes compañías energéticas. A Zuia le siguió hace unas semanas Zalduondo, ambos gobernados por EH Bildu.
El concejal de EH Bildu explicó que su propuesta contaba con el aval del interventor general del Ayuntamiento de Vitoria.
La coalición subrayó que las condiciones actuales suponen una barrera infranqueable para las cooperativas energéticas.