foronda está en huelga. A partir del lunes, el comité de trabajadores del aeropuerto ha convocado un paro indefinido “por la negativa de la dirección a negociar un plan de viabilidad que permita consolidar los vuelos de pasajeros” durante todo el año y los impedimentos que, según aseguran, está poniendo AENA para colaborar en la futura llegada de una low cost a la terminal. Además, la decisión de la plantilla también tiene mucho que ver con la medida tomada por el órgano estatal, adelantada hace unas semanas por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, de traer a 22 nuevos empleados temporales para abrir el aeropuerto en horario diurno hasta junio y poder atender así, con trabajadores de fuera, los vuelos del Imserso. Una cifra de la que doce son empleados de otros aeropuertos de AENA que vienen a Vitoria en régimen de comisión de servicio, mientras que los otros diez forman parte de la bolsa de trabajo de la compañía. La plantilla fija de la terminal, de unos treinta trabajadores, denunciaba en su día en este periódico que dicha decisión suponía crear “un aeropuerto paralelo” para operar de día y, tras meditarlo y celebrar alguna concentración en las instalaciones, la semana pasada decidieron anunciar el inicio de la huelga indefinida a partir del lunes.

La huelga, sin embargo, tendrá sus particularidades, pues está convocada sólo durante el día y no por las noches. Es decir, el horario operativo habitual de la terminal, de 20.30 a 8.30 horas -que es cuando trabaja la plantilla habitual- no se verá afectado, por lo que las operaciones cargueras de DHL no están en peligro. Así las cosas, serán los nuevos 22 empleados temporales, recién llegados para trabajar durante el día, los que desde el lunes se verán en la tesitura de secundar o no la huelga convocada por el comité, dejando así en sus manos el éxito o no de una convocatoria que sólo durante la próxima semana afectará a los vuelos del Imserso a Canarias y Baleares y a los chárteres de San Prudencio a Lisboa y Moscú.

En este sentido, fuentes oficiales de AENA explicaron ayer a este diario que confían en que la afección a ambas operativas “sea mínima”, y que aún se encuentran a la espera de que Fomento anuncie los servicios mínimos de los que dispondrá Foronda durante este paro. La huelga, por otra parte, también afectará a los vuelos operados bajo demanda, fuera del horario operativo, pues AENA ha decidido congelar esas ventanas horarias hasta que se solucione el conflicto laboral.

De cualquier forma, resulta imposible entender la huelga en la que el aeródromo vitoriano se verá inmerso -salvo giro de guión- sin echar la vista atrás para dar con las raíces de un problema que ha mantenido a Foronda atado de pies y manos sin posibilidad de avanzar hacia el futuro. Hace cuatro años, en el verano de 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy echaba mano de su Plan de Eficiencia Aeroportuaria para erradicar la licencia H24 -la posibilidad de abrir durante todo el día- de Foronda, recortar su plantilla de 120 hasta los poco más de 30 empleados -ahora 50 con la llegada de los eventuales para atender los vuelos del Imserso- y empujar al aeropuerto a una travesía por el desierto sin pasajeros y sólo sustentado por su auge como terminal carguera.

Ahora, cuando las más de 150 operaciones del Imserso, los vuelos chárter y la próxima llegada de una low cost han vuelto a situar a Foronda en el mapa de los aeropuertos de pasajeros, la instalación se ha topado con un déficit de empleados que AENA ha decidido cubrir de forma temporal, “parcheando” -según los sindicatos- el problema en lugar de coger el toro por los cuernos. Y es que, si la terminal alavesa recuperara hoy mismo el H24, no necesitaría ampliar su plantilla mucho más allá del medio centenar actual, que a partir de julio volverá sin embargo a las casi treinta personas. Esa negativa a “negociar un plan de viabilidad” que abra la puerta a la recuperación de los vuelos regulares el año que viene ha sido, según el comité del aeropuerto, la gota que ha colmado el vaso.

“La dirección de AENA hace una vez más oídos sordos a las demandas de las instituciones y la ciudadanía alavesa y parchea la oportunidad que se genera con la programación de los vuelos del Imserso, con el único objetivo de que después todo vuelva a seguir igual”, explican los trabajadores de Foronda, que acusan al órgano aeroportuario estatal de “torpedear los intentos de dar viabilidad a Foronda anteponiendo los intereses de la dirección de Madrid a los del aeropuerto y su entorno económico y social”.

“Es inadmisible que la dirección se niegue a negociar cualquier medida que suponga incrementar el horario operativo de manera estable y de recuperar paulatinamente servicios necesarios, lo que demuestra la nula voluntad de dotar de continuidad a los vuelos de pasajeros”, asevera el comité, que acusa a la dirección del aeropuerto de “negarse a cualquier negociación” que pueda permitir “que las operaciones de vuelos de pasajeros se puedan consolidar y, de una vez por todas, se ofrezca sin restricciones a las compañías la posibilidad de programar vuelos desde Foronda a lo largo de todo el año”. A día de hoy, el aeródromo puede acoger vuelos fuera del horario operativo nocturno, pero bajo unas condiciones estrictas, como anunciar la operación con al menos cuatro horas de antelación.

La postura de los trabajadores no es compartida, obviamente, por AENA, que asegura que la decisión de traer a Foronda a esos 22 nuevos empleados temporales se realiza “para disminuir la carga de trabajo de los actuales trabajadores de Vitoria y facilitar su conciliación de la vida familiar y laboral, dado el importante número de vuelos chárter programados” hasta finales junio.

La dirección sostiene también que adelantó a la plantilla que, a partir de julio y finalizada la campaña del Imserso, “se iniciaría una negociación con el comité para la ampliación del horario operativo del aeropuerto en uso restringido”. Después de que los trabajadores pusieran el foco en su intento de “torpedear” la implantación en Foronda de una aerolínea de bajo coste, AENA mantiene por su parte que, “si finalmente hay una compañía low cost que quisiera operar de forma regular en Vitoria a partir de abril de 2017”, adaptarían “el horario operativo del aeropuerto” dotándolo de “los recursos adicionales necesarios” para operar los vuelos. ¿Significaría eso el regreso del H24? La pregunta, por ahora, sigue sin respuesta.

“Apoyaremos la operación de cualquier compañía que pretenda operar en Foronda, porque lo que queremos es que el aeropuerto de Vitoria tenga viabilidad y no vuelva a la situación anterior, en la que precisamente unos horarios y servicios totalmente ajenos a la demanda real ponían en serio peligro la viabilidad del mismo”, concluye el órgano estatal.

Ryanair y Santander. Mientras su propuesta para regresar a Foronda es la mejor situada, Ryanair está a un paso de convertir el aeropuerto de Santander, donde opera con éxito desde hace tiempo, en una de sus bases de operaciones en el Estado, potenciando aún más los vuelos desde la ciudad cántabra. Sin embargo, según el consejero de Industria cántabro, la compañía irlandesa “tiene un déficit de aviones” que le obliga por ahora a postergar cualquier decisión “hasta finales de 2016 o principios de 2017”.