Vitoria afronta estos días el futuro de su movilidad. Los nuevos ramales del tranvía, el BRT... Ustedes en EH Bildu tienen clara su apuesta: Arabatran.

-No sólo nosotros, también otros agentes y colectivos, como ACOA, la Asociación de Concejos de Álava, apuntan en la misma línea sobre la necesidad de dar un mayor uso y salida a ese corredor Miranda-Alsasua. Arabatran sería la solución no sólo para Gasteiz, sino para la cohesión social del resto del territorio. Es un proyecto que soluciona problemas de movilidad en el municipio de Gasteiz y en todo el corredor de Álava, porque a veces se nos olvida que la movilidad no sólo tiene que referirse a Gasteiz, sino a todo el territorio. Arabatran, insisto, no es sólo una propuesta de EH Bildu. Hay técnicos de movilidad del Ayuntamiento y de la Diputación que plantean una solución similar desde hace tiempo, y en estas dos instituciones se han consignado partidas para realizar un estudio de viabilidad al respecto que se tiene que llevar a cabo.

¿Por qué es la mejor solución?

-Hay una línea de tren ya construida, que va desde Alsasua a Miranda, que se debe impulsar como tren social, no algo similar a lo que existe actualmente, con unas frecuencias bajísimas que lo convierten en algo en absoluto atractivo y que obliga a que más del 80% de la gente siga usando el coche en sus desplazamientos. Lo que planteamos nosotros es que cambiando las frecuencias, en torno a veinte minutos en todo el recorrido y en diez en Gasteiz, lograríamos una mayor vertebración del territorio, consiguiendo además que en Gasteiz haga la función de tranvía creando siete paradas nuevas, uniendo Salburua, Zabalgana, la zona universitaria y el polígono de Jundiz. Es un planteamiento económicamente más barato que otras opciones que se barajan y que beneficiaría a zonas como Alsasua, Araia, Asparrena, Agurain, Dulantzi, Jundiz, la zona del sur, La Puebla de Arganzón, Miranda... Técnicamente es posible porque en otros países existe.

Pero las vías del tren son propiedad de Adif, de Fomento. ¿Cree que se podría alcanzar un acuerdo con el Gobierno central en este sentido?

-Sí, pero primero tienes que creértelo. Si quien lo pide, que debe ser el Gobierno Vasco, no se lo cree, difícilmente van a conseguir ese permiso. Si se lo cree, Fomento lo verá como algo lógico y no tendrá problemas, porque Adif ha cedido la concesión al Gobierno Vasco en otros tramos del País Vasco, así que hay precedentes. Pero para eso hay que presentar un plan elaborado y bien defendido.

¿Cómo funcionaría ese tranvía por las vías del tren en Vitoria?

-Con dos puntos muertos, uno de ellos en Jundiz, de forma que en determinados momentos los convoyes puedan quedarse allí para que pasen los trenes. Matemáticamente las frecuencias de diez minutos y veinte minutos de las que hablaba antes no se podrían dar durante las 24 horas, porque habrá otros trenes que transcurran por la línea, pero sí que se pueden dar en gran parte.

Dice que antes de pedir la concesión a Fomento el primero que tendría que creérselo es el Gobierno Vasco, pero recientemente publicó un informe en el que descartaba Arabatran como opción plausible. ¿Cuál es su opinión sobre este informe?

-El Gobierno Vasco ya hizo un informe anterior y ahora ha presentado otro basado en ese, pero que es totalmente erróneo en su planteamiento porque, en primer lugar, parte de las frecuencias actuales, y eso es un punto de partida que invalida el estudio, porque todo el mundo sabe que las frecuencias actuales son muy bajas y, por tanto, el uso es muy bajo. Todo está relacionado. Cuando se hizo en su día el informe de movilidad para Gasteiz el gran cambio que hubo fue cambiar las frecuencias del transporte urbano, que es lo que ha provocado que año tras año su uso haya aumentado. Sólo así, ofreciéndoles algo que les resulte cómodo, puedes cambiar las costumbres de las personas y que dejen de utilizar el coche. En ese estudio del Gobierno Vasco hay errores de bulto, como no contemplar toda la población que vive en Miranda, cerca de 35.000 habitantes, ni toda la que vive en Gasteiz. Tampoco señala las ventajas medioambientales que supondría, porque tenemos unas carreteras cada vez más colapsadas de camiones. Hablamos de afrontar también los retos del cambio climático, de reducir los combustibles fósiles.

No están nada de acuerdo con ese informe.

-No sólo nosotros. Cuando lo recibimos decidimos enviarlo a las personas que elaboraron el Plan de Movilidad Sostenible de Gasteiz para conocer cuál era su opinión al respecto, y sorprendentemente han coincidido en todas las críticas que hacemos nosotros a ese informe del Gobierno Vasco. Las frecuencias, la falta de alternativas... Por ejemplo, Salburua y Zabalgana -Fdez. de Pinedo le da la vuelta a un folio, coge un bolígrafo y dibuja varios puntos para explicar su propuesta- son barrios grandes y hay gente que puede vivir lejos de las paradas, pero ahí puedes acoplar un miniservicio de movilidad para cubrir esa demanda, bien con un bicicarril rápido para que puedas dejar allí tu bicicleta de forma segura de forma segura o, si se apuesta por un BRT, creando una línea rápida entre una zona de Zabalgana y la otra para llegar.

¿Qué inversión económica supondría poner en marcha Arabatran?

-El informe habla de una inversión inicial de 40 millones de euros, pero tengo que recordar que sólo el tranvía que conocemos actualmente supuso 140 millones de euros de inversión inicial, y los primeros años tuvo un déficit de cuatro millones anuales. Hoy en día sigue siendo deficitario, pero todos sabemos que el transporte público es deficitario. Por no hablar de las cifras del Tren de Alta Velocidad. 40 millones es irrisorio respecto a lo que están gastando ahí. Por eso entendemos que este proyecto, viendo el coste económico y el beneficio social, es realmente rentable.

De momento, en lo que a Vitoria respecta, el debate sobre los planes de movilidad no parece avanzar a buen ritmo, con muchas discrepancias sobre qué hacer con el tranvía, el BRT, el soterramiento... ¿Teme que las discusiones se prolonguen sin que acabe concretándose nada?

-En este tipo de temas es donde se nota la altura y el nivel de los políticos. Si queremos estar al nivel debemos afrontar la movilidad como un problema social, de toda la ciudadanía. Si acaban primando los intereses electorales y partidistas, los que hagan eso no estarán a la altura ni política ni socialmente.

Pero estamos en año de elecciones, y eso suele traducirse en promesas, aunque luego no se cumplan.

-En un tema como la movilidad, donde las decisiones que se tomen van a tener una repercusión de muchísimos años, no se pueden plantear plazos o amenazas porque haya una convocatoria electoral, o para hacer las cosas rápido antes de las elecciones. Eso es jugar con fuego. Son cosas que están totalmente fuera de lugar. El Gobierno Vasco no puede ir amenazando y diciendo que si no hacemos en Vitoria las cosas cómo y cuándo ellos quieren se las llevan a otra ciudad.

¿Cuándo esperan tener listo el informe alternativo al de Lakua?

-De momento ya tenemos preparado el borrador para realizar los estudios, y lo único que hace falta es aprobarlo tanto en la Diputación como en el Ayuntamiento, donde ya existen partidas específicas para eso. Esperemos que sea lo antes posible, pero confiamos en tenerlo antes de final de año. Mientras tanto vamos a dar varias charlas sobre Arabatran para explicar el proyecto a todo el mundo.

¿Tienen alguna fecha cerrada?

-Sí, la primera será en Zabalgana, el viernes día 22. Luego estaremos el día 25 en Asparrena, el 10 de mayo en Iruña Oka, el 12 de mayo en Agurain y el 13 en Dulantzi. También estaremos en Trebiño, en La Puebla de Arganzón, y nos gustaría hacerlo también en Miranda.

Hablemos de otros temas de actualidad. ¿Cree al presidente de Iberdrola cuando desliza que quiere cerrar Garoña?

-Hay que ser prudentes. Nosotros pedimos lo que llevamos años pidiendo: vamos a desmantelar Garoña porque es la única garantía de que no se reabra. A Iberdrola le está haciendo daño que socialmente cada vez haya más oposición a la central. Dos ayuntamientos de EH Bildu ya han roto sus contratos con Iberdrola, y mucha gente se está pasando a otras compañías que apuestan por renovables. De todas formas, esto también puede ser una maniobra para presionar al Gobierno, o a la zona de Burgos, para que si ven que puede haber opciones reales de que cierre presionen para que se reabra. Todo puede ser una maniobra, ya lo han hecho otras veces.

El proyecto del embalse de Barrón sigue adelante. ¿Cree que existen opciones reales de pararlo?

-Por ahora nosotros apoyamos lo que pide la plataforma contraria al proyecto, paralizarlo y realizar un proceso participativo y unas jornadas para informar a toda la gente interesada, a los agricultores y a los habitantes de la zona. Eso es algo que no ha ocurrido hasta el momento. Estamos hablando de un proyecto que se inició hace 25 años, en este tiempo han cambiado mucho las cosas. No estamos hablando de si estamos a favor o en contra del regadío, ese es otro debate. Somos favorables a un regadío sostenible y racional, pero aquí hablamos de un proyecto del que hay poca información y muy caro, con 200 millones de euros de coste de los que 100 millones los paga la Diputación. De todos modos, es destacable y muy interesante el movimiento que se está produciendo a nivel social entre los afectados.

Han recuperado el frente de izquierdas en las Juntas Generales para, con Podemos e Irabazi, presentar su propio proyecto de reforma fiscal. ¿Ve a la Diputación con disposición de llegar a un acuerdo con ustedes y cambiar el actual?

-La Diputación, para empezar, no ha cumplido su palabra. Dijo que iba a cumplir las mociones de las Juntas Generales, pero se aprobó una en la que se instaba a que en tres meses presentara una propuesta de reforma fiscal y, cumplido el plazo, no lo ha hecho. Nosotros estamos trabajando en nuestro propio modelo, porque entendemos que la presión fiscal en el Estado español y el País Vasco está por debajo de la media europea, más parecida a los países del Este, y muy lejos del norte de Europa. Hay margen para una nueva política fiscal, porque se ha cargado todo el peso en los trabajadores y las clases populares, y eso se debe modificar para avanzar en cambios, pensando siempre en la sociedad y servicios como la educación, la sanidad y el bienestar social.

Han pasado ya unos meses desde que llegaron a un acuerdo presupuestario con el Gobierno foral. ¿Qué balance hace por ahora de ese apretón de manos?

-Hacemos un balance positivo. Mirando atrás creo que acertamos en hacer ese esfuerzo por sacar unos Presupuestos. Hay temas en los que hay que buscar un acuerdo entre diferentes, como en este caso. Si no lo hubiéramos hecho tendríamos los Presupuestos prorrogados del PP. Se han conseguido cosas interesantes, aunque sí que podemos hacer una crítica por el hecho de que algunos van bien pero otros demasiado lentos. Esperábamos que a estas alturas todas las partidas del acuerdo estarían ya en marcha.

¿Cuáles van más lentos de lo que esperaban?

-El tema de las UCEIS de bomberos, por ejemplo, del que esperamos noticias desde hace tiempo. También algunos relacionados con el euskera, empleo, cultura... En algunos todavía están trabajando, como con Arabako Lanak, donde sin embargo ha habido tiempo suficiente para buscar soluciones. De cualquier forma, celebramos comisiones de seguimiento habitualmente y por ambas partes está habiendo comunicación, lealtad y buena predisposición.