el primer aniversario del cambio de gobierno foral se acerca y llega la hora de hacer balance. La todavía incipiente legislatura de las Juntas Generales de Álava ha dejado algunos detalles significativos durante los últimos meses, como la pérdida de uno de los siete partidos que forman la cámara, la creación inicial de un bloque de izquierdas formado por EH Bildu, Podemos e Irabazi que arrancó con fuerza pero que se fue diluyendo -aunque ahora se ha retomado con el pacto fiscal de las tres formaciones-, y un día a día en la sede de las Juntas con algunos cambios respecto a la pasada legislatura. De momento, en lo que a la fiscalización de la actividad de la Diputación respecta, el partido más activo e inquieto es EH Bildu, que desde que Ramiro González fuera investido en junio como diputado general acumula un total de 171 iniciativas de control, entre preguntas al gobierno foral para ser respondidas por escrito (45), peticiones de información sobre diferentes cuestiones (38), mociones (23) e instancias de requerimiento de comparecencias de distintos diputados (14).

A la coalición abertzale le sigue los pasos el Partido Popular con 152 iniciativas, principalmente preguntas por escrito (62) y peticiones de información (41). Eso sí, entre unos y otros hay diferencias bastante significativas en sus metodologías de trabajo a la hora de ejercer el control sobre el ejecutivo foral.

El Partido Popular, con un procedimiento que ha despertado cierto malestar, acostumbra a presentar de golpe hasta, como sucedió ayer mismo, 18 preguntas distintas. Eso sí, curiosamente, y a pesar de contar con doce junteros, el PP firma la inmensa mayoría de sus iniciativas con la rúbrica de una única persona, su portavoz y exdiputado general, Javier de Andrés, algo que no sucede en EH Bildu, donde se reparten el trabajo -y el protagonismo- de forma más equitativa entre sus procuradores y el portavoz del partido, Kike Fernández de Pinedo.

Con todo, entre EH Bildu y PP ni siquiera se acercan al acelerado ritmo que llevó la legislatura pasada el grupo juntero socialista, que en el mismo plazo de tiempo, los primeros diez meses de gobierno popular en aquel caso, sumaba nada menos que 422 iniciativas de control y reclamaciones de comparecencias. El PSE, de hecho, finalizó los cuatro años de gobierno foral de Javier de Andrés con un récord de 1.820 iniciativas presentadas, aunque ahora que forma parte del nuevo gabinete en coalición con el PNV su actividad en este ámbito se ha visto lógicamente reducida a la mínima expresión, con apenas dos mociones y una petición de información. También ha sucedido con los jeltzales, que por ahora han limitado sus iniciativas a la presentación de una única moción. Algo similar a lo que sucedió la legislatura pasada, cuando el grupo juntero del PP sumó apenas 32 propuestas en los cuatro años de gobierno de Javier de Andrés.

En lo que al resto de la oposición respecta, y a mucha distancia de EH Bildu y PP, Podemos alcanza a fecha de hoy 67 propuestas, por 19 del único procurador de Irabazi, José Damián García, y 16 de Miguel Ángel Carrera, hasta hace poco juntero de Ciudadanos y ahora procurador independiente dentro del grupo mixto. En total, el ejecutivo de Ramiro González ha recibido hasta el momento 448 iniciativas de control, de las que veinte corresponden a propuestas conjuntas de dos o más grupos junteros. Ahí, EH Bildu y Podemos, con nueve, son los que más veces se han entendido para presentar acciones juntos.

Durante estos diez meses de legislatura las reuniones estrella han sido las de Hacienda, Finanzas y Presupuestos, departamento que ha protagonizado 13 comisiones, gran parte de ellas para trasladar a las Juntas Generales los presupuestos de las diferentes áreas. Al departamento dirigido por José Luis Cimiano le sigue el de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial, en manos de la teniente de diputado general, Pilar García de Salazar, con ocho comisiones. Bienestar Social e Infraestructuras Viarias y Movilidad, con seis sesiones cada una, los departamentos de Presidencia, Agricultura y Cultura, con cinco comisiones cada uno; Fomento del Empleo, Comercio y Turismo con cuatro y Medio Ambiente con otras tantas cierran la lista. Además, se han celebrado diecinueve Plenos.

La atomización de la cámara foral tras los resultados electorales, pasando de cinco a siete formaciones políticos -ahora seis tras la expulsión de Carrera de Ciudadanos y su transformación en procurador independiente- y la llegada de tres nuevos partidos hacía presagiar unas Juntas con miembros menos experimentados y menor conocimiento de su entramado, pero con nuevas visiones y un mayor abanico de posturas ideológicas. La realidad es que, al menos por ahora, siguen siendo dos formaciones con años a sus espaldas, EH Bildu y PP, las que están marcando la pauta en lo que a la labor de la oposición respecta, pese a la irrupción de Podemos y sus ocho junteros, ya sea por los problemas internos de la formación en las Juntas, con idas y venidas de procuradores y tensiones, o bien porque, como ellos admiten, todavía están en fase de adaptación a la compleja burocracia interna de las Juntas.

Por su parte, en lo que a los otros dos partidos de nuevo cuño en la cámara respecta, la guerra interna en Ciudadanos, cuestiones personales que le han ocupado gran parte de su tiempo y su propio trabajo fuera de la cámara, llevaron a Miguel Ángel Carrera a sobrellevar sus primeros meses en las Juntas con intención y ánimo pero pocas iniciativas de cierto calado, mientras en Irabazi su juntero José Damián García ha centrado sus esfuerzos como procurador primerizo, principalmente, en temas como la lucha por una reforma fiscal, el medio ambiente y la mejora de los servicios sociales.