vitoria - La asamblea de la Asociación de Concejos de Álava ha decidido apoyar las reivindicaciones de los afectados por el proyecto de construcción del embalse de Barrón, uno de los elementos del nuevo regadío de Valles Alaveses que lleva varias décadas de tramitaciones.
En el transcurso de la asamblea de ACOA-AKE celebrada ayer en Elorriaga, donde se trataron entre otros asuntos la Propuesta de Norma Foral de Participación de los Concejos en los Recursos Tributarios y Patrimoniales de los Ayuntamientos de Álava, así como sendas mociones sobre la liquidación del FEPEL y sobre la gestión del ciclo del agua en los concejos, se produjo una intervención ante la asamblea por parte de los concejos afectados por la construcción del embalse de Barrón, Guinea y Barrón. Maite Cruz, presidenta de la Junta de Guinea volvió a explicar que la postura contraria al embalse no es a la idea de mejorar el proyecto de regadío, sino al macroproyecto actual, que todos los afectados consideran desproporcionado para las necesidades reales de la comarca. En su opinión, este debería ajustarse al mismo procedimiento con el que se construyó Korrosparri y no aplicando los criterios con los que se elaboró el proyecto hace 20 años. Asimismo, reclaman explicaciones de por qué afirman las instituciones implicadas que hay demanda de regadío de la envergadura propuesta, porque en la zona consideran que no es así.
Por el contrario, lo que reclaman a las administraciones es que apuesten más por el desarrollo de los servicios básicos de los municipios, porque en la zona “no hay ni Interrnet, y la cobertura de los teléfonos móviles depende de la casualidad”.
Para respaldar sus reivindicaciones, miembros de la plataforma No al embalse Barrón-Añana, entre los que se encuentran los presidentes de las juntas administrativas afectadas por el proyecto, han presentado un díptico con el que presenten informar a la opinión pública sobre su postura.
El documento se divide en cuatro apartados. En el primero de ellos se pregunta si el embalse es “otro pelotazo” y explica que quieren hacer el embalse para regadío más grande de Álava. Presupuestado de inicio (seguro que es más) en 200 millones de euros a pagar cien millones la Diputación y cien la Confederación Hidrográfica del Ebro.
En el segundo apartado se cuestiona si “es necesario”, y añade que no hay un listado actualizado de los regantes que se beneficiarían, y sobre todo no informan de a qué precio saldría el litro de agua. Por ello dicen que lo que piden es “la paralización del proyecto para realizar un proceso participativo con todos los afectados.
El documento finaliza con una presentación de los promotores de esta protesta: “agricultores que perderán sus tierras. Vecinos de los pueblos más cercanos que se verán afectados por el aumento de nieblas en la zona, que podrían amenazar incluso al Valle Salado. Amantes de la naturaleza que ven cómo desaparecía un entorno de interés y una pareja de águilas reales; en definitiva, todo aquel que, cansado de megaproyectos sin sentido, quiera adherirse a esta iniciativa para parar el proyecto de embalse de Barrón.