Con paso firme. Aún sigue siendo una potencia por descubrir en toda su dimensión. Pero mientras llega el momento de que el aceite de oliva virgen de Rioja Alavesa deje de ser un complemento para empezar a hablar de tú al vino de la comarca, este oro líquido se va consolidando como una atracción para los sentidos por su extraordinaria calidad.
Producción. La producción riojanoalavesa de aceite de oliva virgen extra, según los datos aportados por la Mesa del Aceite y el Olivo de Rioja Alavesa (Maora), sumó en 2015 un total de 384.000 kilos.
Ya molturado. Con el prensado de esas olivas se han obtenido unos 77.000 litros de aceite de oliva virgen de varias categorías: ecológico, con Label de Calidad y de autoconsumo.
Por trujales. Teniendo en cuenta que la transformación de oliva en aceite es una quinta parte de su peso, Díaz de Cerio, responsable técnico de Maora, explica que en el trujal de Lantziego entraron 84.000 kilos de olivas, con las que se han podido elaborar en torno a los 17.000 litros de aceite. En el Trujal-Almazara de Rioja Alavesa, la empresa privada de Oion que tanto ha peleado por el reconocimiento del aceite, entraron 92.000 kilos, que finalmente supusieron unos 18.400 litros de aceite de oliva virgen con Label de Calidad. En la misma población, Oion, pero en las instalaciones de la cooperativa San Bizente, entraron 45.000 kilos, por lo que unos 9.000 litros se destinaron principalmente para autoconsumo. Junto a estas cifran sobresale la producción de Moreda de Álava, donde el protagonismo del trabajo agrícola es cada día mayor para el olivo. Durante la última campaña se han recogido 163.000 kilos de olivas, con los que se ha obtenido, tras la molturación, 32.700 litros.
moreda de Álava - El buen tiempo contribuyó ayer a que el último de los días de la quinta edición de la Fiesta del Aceite de Oliva de Rioja Alavesa se celebrara en Moreda de Álava con una importante asistencia de visitantes, que pudieron disfrutar de las degustaciones y del resto de actos previstos en el programa.
Desde primeras horas de la mañana, el pueblo había sido reorganizado para que vecinos y visitantes pudieran disfrutar sin el riesgo del tráfico, ya que desde el antiguo lavadero hasta el trujal se había reservado la travesía para el mercadillo artesano y zona de degustaciones. En primer lugar estaba el stand de la asociación local La quema de los Judas, donde los voluntarios se dedicaron desde las once y media de la mañana a la preparación de la tradicional paella a la vista del público. A partir de allí estaban los puestos de las industrias agroalimentarias: quesos, panes, txakoli, pastas alimenticias... Todas ellas llenaron los espacios hasta la plaza, donde se habían colocado algunos de los representantes de los elaboradores de aceite de la comarca.
Al mediodía, ya con la presencia de los diputados de Agricultura, Eduardo Aguinaco; y de Turismo, Cristina González, así como de muchos alcaldes, sobre un pequeño escenario adosado a la fachada del Ayuntamiento se celebró el acto institucional de inauguración de la Fiesta y presentación del aceite de oliva virgen de este año.
Fue al presidente de la Mesa del Aceite y del Olivo de Rioja Alavesa (Maora), Gorka Mauleón, a quien le correspondió comandar la celebración. Y lo hizo, como matizó, en nombre del sector que aglutina la mesa en la que están representados productores, comercializadores y trujales de Rioja Alavesa. Mauleón explicó que “este año Rioja Alavesa sigue batiendo récords nuevamente en el tema productivo. Hemos llegado a una producción de aceite de oliva virgen extra de calidad superior a las 140 toneladas, lo que supone un tope para la comarca”. Recordó que cada vez son “más marcas las que participamos en este proyecto y cada vez en los trujales se hace mejor trabajo y esto es un hito histórico”.
En cuanto a propósitos de cara al futuro, el presidente del colectivo oleícola anticipó que si “año a año vamos viendo cómo vamos mejorando en todos los aspectos, creo que de cara al futuro ya es hora de que nos vayamos planteando que nuestros aceites de oliva vírgenes extra, que elaboramos en Rioja Alavesa, están a un nivel de calidad comparable a cualquier aceite de gran calidad del mundo”. Por esa razón, “el reto del futuro es creernos esto, ver la situación que tenemos y exportar nuestros aceites basados en la variedad autóctona arróniz para que el mundo nos conozca”.
Tras su intervención se procedió a la entrega de los galardones de Amigos del Aceite. Aunque en las ocasiones anteriores ese galardón se ha entregado a personas, en ésta se había decidido hacer un reconocimiento público a la labor desarrollada en la historia del aceite a los cuatro trujales en activo de la comarca. Por ello se entregaron los honores al Trujal Cooperativo y al Trujal-Almazara de Rioja Alavesa, ambos de Oion; al Trujal Municipal de Lantziego y a La Equidad, de Moreda de Álava.
Tras ese acto, la fiesta continuó como estaba previsto en el programa, con una sucesión de visitas a La Equidad. En aquella instalación este año se vieron desbordados por el interés colectivo surgido para saber cómo se elabora el aceite y los requisitos del sello de calidad -el Label-, y de la categoría ecológico. Una visita que se veía recompensaba con la degustación de una pringada, una rebanada de pan tostado con aceite de oliva virgen de Rioja Alavesa.
La alcaldesa de la villa, Miriam Garrido Remírez de Ganuza, se mostraba satisfecha por el galardón que recibió el trujal de su municipio y por la fiesta. Para ella, “el cultivo por excelencia en Moreda ha sido siempre el olivo, hasta que llegó la vid, que daba más rentabilidad que el aceite”. Por ello recordaba que “en Moreda es donde más olivos centenarios hay de toda la comarca. Por eso, la fiesta supone el reconocimiento a una labor de tradición, tradición y tradición”. Y argumentando con más fuerza este valor afirmaba que el aceite “forma parte de nuestra tradiciones y parte de nuestra salud obedece al consumo de aceite de oliva virgen”. La primera edil es consciente del peso tan importante que tiene el viñedo en toda la comarca y aunque no sabe si el aceite puede llegar a ser, por volumen, “un elemento de futuro, tenemos que cuidarlo, cuidar nuestras tradiciones. Y ésta es una de ellas”.
Lo cierto es que la gente se acercaba con interés a los puestos de los productores de aceite. Algunos cogían pequeños pedazos de pan y los mojaban en los platos que se habían colocado con aceite para poder catar las distintas marcas presentes. Otro preguntaban por el cultivo, y por la forma de elaborar el aceite, mientras que en un extremo de la calle los componentes de La quema de los Judas preparaban una enorme paella, que se repartió tras la quema, que ayer se escenificó, entre otras cosas, porque era el Domingo de Resurrección, que es la fecha en la que se pone en valor esa tradición. Hubo también una enorme cantidad de personas que no se quisieron perder el acto previsto por Slow Food Araba en la sala de usos múltiples del Ayuntamiento. En ese lugar, Alberto López de Ipiña y los componentes de la asociación habían preparado un Laboratorio del Gusto que se vio desbordado por la cantidad de gente que acudió.
López de Ipiña explicó que el Laboratorio del Gusto es una de las herramientas que utilizan en Slow Food para poner en valor tanto el producto como a los productores y “hoy, como no podía ser de otra manera, estando en esta tierra, hemos hablado de aceite de oliva virgen, pero también de vinos y hemos aprovechado para conocer a productores del territorio histórico de Álava, quizás un poquito menos conocidos, como los que elaboran cerveza ecológica o embutido también ecológico”. En esa charla también se habló de la Mesa del Aceite, cuáles son las funciones y la misión de ese organismo y en qué está trabajando en la actualidad. Allí estuvo presente el hombre que hizo posible el impulso definitivo al aceite de oliva de Rioja Alavesa, Fernando Martínez Bujanda, junto al técnico de la extinta Adora, Alberto Alecha, que no pudo estar en la sesión de Slow Food, porque estaba mostrando las instalaciones del trujal a los visitantes a Moreda.
Para López de Ipiña, el trabajo realizado por la asociación que preside ha tenido un gran impacto en la sociedad alavesa, “porque en muy poco tiempo hemos logrado que los alaveses sepan que tenemos aceite; después han sabido que tenemos un aceite estupendo, de una calidad que se elogia en Europa”. También incidió en la labor didáctica que han realizado para enseñar a comer mejor. Parte de esa fórmula pasa por consumir los productos alaveses. Todo ello ha tenido como consecuencia que “los alaveses empiezan a diferenciar qué es un aceite virgen del que no lo es y qué es un aceite refinado y que no sólo hay que mirar los precios. Por todo ello estamos contentos por los objetivos que vamos logrando”.