Gasteiz - La suciedad que las palomas provocan en varios edificios municipales es ya un auténtico problema económico para el Ayuntamiento de Vitoria debido al coste que supone eliminar los excrementos que dejan y mantener en buenas condiciones los inmuebles de la ciudad. Así lo corroboró ayer el concejal Iñaki Prusilla en la comisión de Seguridad Ciudadana en respuesta a una pregunta formulada por EH Bildu sobre reformas necesarias en el colegio Cándido Ruiz de Garibay.

No es el único edificio en el que este símbolo de la paz se ha colado. Al parecer, el aumento de palomas está haciendo que entren a polideportivos y centros donde hasta la fecha no se ha detectado su presencia. El Ayuntamiento va a adoptar medidas, como cerrar las zonas que más insalubres sean de edificios a los que acceden niños, por ejemplo. Pero el fondo de la cuestión es que esta especie “se está convirtiendo en un auténtico problema”, asegura Prusilla, en un llamamiento también a las asociaciones en favor de su conservación.

Contrato energético Por otro lado, el gabinete de Gorka Urtaran manifestó ayer que sería ilegal excluir a Endesa e Iberdrola, las dos empresas que desde Nuclenor solicitan la reapertura de Garoña, de los contratos del Ayuntamiento. Esta declaración llega después de que EH Bildu pidiera contratar la energía de baja tensión con cooperativas. - DNA