vitoria - El Día de la Mujer llegó a su punto álgido, el de protesta y reivindicación, cuando a las ocho de la tarde cientos de personas partieron de la plaza San Antón unidas bajo una lucha común: la de la igualdad efectiva de hombres y mujeres. Una peregrinación ruidosa salpicada de pancartas con potentes lemas que, un año tras otro, visibiliza que la discriminación por razón de sexos no sólo persiste sino que está muy lejos de ser erradicada. Y así, con esa mezcla de sensaciones, entre la crítica por la falta de avances significativos y la incredulidad por las bonitas palabras de las instituciones a lo largo de la jornada, discurrió la marcha hasta la Virgen Blanca.

Hubo entre las personas participantes representantes de diferentes partidos e instituciones, en un intento de reforzar de manera más visible el compromiso que manifiestan cada 8 de marzo para acabar con los pequeños detalles y las grandes lacras que perpetúan la hegemonía masculina y la sumisión femenina. De hecho, tanto el Ayuntamiento de Vitoria como la Diputación de Álava realizaron sendos llamamientos para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito de las instituciones locales. Y en las redes sociales, dirigentes políticos de todos los colores se hicieron eco de las consignas del día.

En el Consistorio, representantes de todos los grupos políticos acudieron al salón de actos para leer una declaración basada en el texto propuesto por la Asociación de Municipios Vasco, Eudel. El documento incluye como añadido varias referencias expresas “a todas las instituciones vascas”, además de a la UE y los Estados, para que adopten “unas políticas y legislación comunes” para “la prevención, protección y apoyo a las mujeres víctimas de la violencia de género”. Este objetivo, según el Ayuntamiento gasteiztarra, “debe ocupar un puesto central en la agenda política y ser integrado en las políticas y legislaciones relevantes”.

Los grupos municipales alertaron, en ese sentido, sobre “las necesidades específicas de mujeres y menores refugiados que huyen de la guerra y la persecución”, y que llegan a las ciudades y municipios para “proporcionarles la acogida y la atención adecuadas y la prevención de toda clase de violencia y discriminación”. En ese sentido, el texto recuerda que los gobiernos locales y regionales, siendo como son las instituciones más próximas a la ciudadanía, “son fundamentales para abordar las persistentes desigualdades y promover los derechos de las mujeres en Europa y en el mundo”.

El documento denuncia “la violencia que siguen soportando las mujeres en la actualidad”, por lo que anima a combatir dicha violencia “en la vida pública y privada, incluido el tráfico de mujeres, la explotación sexual y otros actos contra los derechos humanos de las mujeres”. No obstante, todo eso es la punta de un iceberg tremendo, que incluye desigualdades menos terribles pero igualmente inaceptables. Una de ellas es la que afecta a la falta de representación femenina en cargos relevantes. En ese sentido, el Ayuntamiento de Vitoria se comprometió a “recordar que la democracia no se puede construir sin las mujeres”, por lo que “es ineludible la adopción de todas las medidas necesarias para conseguir una participación igualitaria de mujeres y hombres en los procesos de construcción y de toma de decisiones”.

Por otro lado, el Consejo de Gobierno de la Diputación Foral de Álava aprobó una declaración institucional en la que asegura que también es un día “para señalar nuevos retos y renovar el compromiso en el largo camino hacia la igualdad”. Por ello, aprovechando la celebración del Día de la Mujer, manifestó su “convencimiento de que la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida es una condición inexcusable para lograr el bienestar de todas las personas”.

La declaración reconoce el trabajo que están llevando a cabo el movimiento feminista y las asociaciones de mujeres alavesas, que, por cierto, tienen un papel destacado estos días gracias a la celebración de diferentes actividades con apoyo institucional, como talleres, mesas redondas, conferencias y conciertos. El problema está en lo que pasa el resto del año, si bien la Diputación se comprometió a destacar su “empoderamiento y reconocerles la autoridad y el esfuerzo que vienen realizando en la superación de las barreras que dificultan su plena ciudadanía”.

Si no fuera por el movimiento feminista, el mismo que todavía es criticado por una parte de la población masculina, no se habrían logrado muchos de los éxitos en la lucha contra la discriminación de la mujer. Y aun así, ayer fue uno de tantos días en los que la desigualdad campó a sus anchas en todo el mundo. - DNA / Fotos: Jorge Muñoz